Estas son las cosas de un templo católico que más odian los demonios.



Monseñor Stephen Rossetti, célebre exorcista y autor del Diario de un exorcista, explica todas las cosas que temen los demonios en una Iglesia Católica, especialmente cuando se celebra Misa.

El sacerdote comenta que “para saber qué es verdaderamente santo, uno podría mirar lo que odian los demonios“. Sí, y estar en en tu parroquia es el lugar más seguro porque “una de las mayores torturas, por todo lo que es malo [para un demonio], es entrar en una Iglesia Católica”.

“Primero, cuando uno se acerca a la Iglesia, suenan las campanas. Los demonios son repelidos por el sonido de las campanas de la Iglesia. Algunos exorcistas tocan campanillas benditas durante un exorcismo por esa misma razón”. Esta es las primeras cosas que temen los demonios.

“Atravesar las puertas de la Iglesia causa gran angustia y ansiedad a los demonios. A muchas personas poseídas les resulta casi imposible; los demonios tratan desesperadamente de impedirles la entrada”, comenta el sacerdote.

Y, como es conocido por todos, “bendecirse con agua bendita es una fuente de gran tormento para los demonios. El agua bendita forma parte de todo exorcismo. Es uno de los sacramentales más consistentemente efectivos para expulsar todo tipo de demonio”.

Entre todas las cosas que temen los demonios, hay un en particular que los atormenta. Monseñor Rossetii comenta que “caminando por el pasillo, se ve un crucifijo. Una parte estándar de todo exorcismo es levantar la señal de la derrota del demonio, Jesús crucificado, y decir: ‘Ecce crucem Domini: fugite partes adversae’. Cuando levanté el crucifijo en un exorcismo reciente, los demonios gritaron: ‘¡Quítamelo! ¡Me está quemando!'”.

“Cerca del altar suele haber una imagen de la Santísima Virgen María. Los demonios ni siquiera pueden decir su nombre, es tan santo y lleno de gracia. Están aterrorizados de ella”.

La Santa Misa

“Al comienzo de la Misa, un sacerdote se acerca y besa el altar. Los demonios odian a los sacerdotes, ya que están configurados de forma única con Cristo. Como me dijo un demonio en medio de un exorcismo: ‘¡Odio el día en que te conoció!'”.

El sacerdocio es algo intolerable para los ángeles caídos, pero otras cosas que temen los demonios, ¡es la mismísima vestimenta sagrada del sacerdote!

“Las propias vestiduras del sacerdote, en particular la estola, son poderosos sacramentales. Cuando una persona poseída estaba luchando con los demonios de la falta de castidad, envolvimos un cinturón de sacerdote, un símbolo de castidad, alrededor de su cintura. Los demonios suplicaron que se lo quitaran. En otro exorcismo, dejé mi estola sobre el poseído y los demonios aullaron de dolor: ‘¡Quítamelo! ¡Quítamelo!'”.

“Los demonios hacen todo lo posible para evitar que una persona poseída vaya a misa y reciba la comunión . Una persona poseída dijo que el anfitrión le sabía a “un animal muerto”. Los demonios aborrecen la presencia real. Los cultos satánicos saben lo sagrada que es una hostia consagrada, por eso tratan de robarla y profanarla”, asegura el sacerdote.

Por último Monseñor Rossetti nos deja una reflexión: Si los demonios odian tanto entrar a una iglesia católica, “entonces, ¿no sería una visita diaria a una Iglesia para todos nosotros un momento de gracia? ¿Hay realmente algo más importante o más lleno de gracia que la misa diaria?”.

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