A este cura le llaman 'El Sacerdote Animalista'; se ha unido a campaña de PETA contra las corridas de toros: ‘Es pecado torturar animales’


El sacerdote británico Terry Martin ha tomado una postura firme contra las corridas de toros, uniéndose a la campaña de la organización animalista PETA, que ha solicitado al Papa Francisco que condene esta práctica. Durante la campaña, Martin ha manifestado su repudio hacia las corridas de toros, posando en un cartel con una casulla roja junto a un toro, acompañado del mensaje: ‘Es pecado torturar animales’.

Terry Martin, clérigo católico de West Sussex, Inglaterra, ha sido un defensor del bienestar animal desde hace mucho tiempo. El año pasado, junto con otros clérigos de Francia y Canadá, envió una carta al Papa pidiéndole que condenara la “tortura y matanza violenta de toros inocentes”. En enero, Martin publicó un artículo de opinión en el periódico Catholic Herald, donde argumentó que aterrorizar y matar animales indefensos contradice las enseñanzas de Cristo. En sus propias palabras, “Las corridas de toros son crueles”.

En su artículo, Martin citó el número 2418 del Catecismo de la Iglesia católica, el cual establece que va contra la dignidad humana permitir que los animales sufran o mueran innecesariamente. “Sin embargo, durante las corridas de toros se burlan de los animales, los aterrorizan, los ridiculizan y, en última instancia, los matan”, escribió Martin. “Las corridas de toros son crueles y no tienen nada que ver con celebraciones religiosas. Nadie, sea católico o no, debe bajo ningún concepto apoyar esta tortura”.

El compromiso de Martin con el bienestar animal no es nuevo. Ha trabajado arduamente para sensibilizar a la comunidad católica y al público en general sobre la necesidad de tratar a los animales con compasión y respeto. Su implicación en esta campaña de PETA refleja su profunda convicción de que la tortura y el sufrimiento animal son moralmente inaceptables.

Por otro lado, el vicepresidente de PETA para Gran Bretaña y Europa también se pronunció sobre el tema, haciendo un llamamiento no sólo al Papa, sino también a “la gente misericordiosa de todo el mundo para que se mantenga alejada de las plazas de toros”. Esta declaración subraya el deseo de la organización de movilizar una resistencia global contra esta práctica.

Actualmente, las corridas de toros están permitidas en sólo siete países: España, Portugal, Ecuador, México, Perú y Venezuela. A pesar de su aceptación en estos lugares, la oposición internacional sigue creciendo, con voces como la de Terry Martin que luchan por erradicar esta tradición que consideran bárbara y en contra de los principios de la dignidad humana y el respeto a los animales.

La campaña de Martin y PETA destaca una creciente preocupación ética sobre el trato a los animales y busca influir en la doctrina y la práctica católica para que reflejen un mayor respeto por toda la creación. A través de su firme declaración de que “La tortura es pecado”, Martin espera inspirar a otros a reconsiderar su apoyo a las corridas de toros y unirse a la lucha por el bienestar animal.

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¿Puede un Sacerdotes Pedir una Dispensa para Apartarse de su Ministerio y Casarse? Un Sacerdote lo Explica.

 

Sí, ciertamente los sacerdotes podemos pedir una Dispensa para apartarnos del ministerio y casarnos. Este proceso, aunque no es común, está contemplado en la normativa de la Iglesia Católica y es una medida que se toma con seriedad y discernimiento. Vamos a explorar este tema en profundidad, basándonos en el derecho canónico y en la enseñanza de la Iglesia.

¿Qué es una dispensa?

Una dispensa es una exención concedida por la autoridad competente, en este caso, la Iglesia, de una obligación impuesta por el derecho canónico. Para los sacerdotes, esta obligación incluye el celibato, que es la promesa de vivir sin casarse y dedicarse plenamente al servicio de Dios y la Iglesia. En circunstancias especiales, la Iglesia puede conceder una dispensa de estas obligaciones al sacerdote peticionario, que en automático pasa al estado laical y una vez en estado laical, puede casarse (cumpliendo, claro está, con los requisitos para contraer matrimonio que cumplen el resto de los fieles).

El proceso de la dispensa

El Código de Derecho Canónico establece que la ordenación recibida válidamente nunca puede ser anulada. No obstante, un clérigo puede perder el estado clerical y ser dispensado de las obligaciones del ministerio sacerdotal. ¿Qué significa esto? Que aunque siempre será sacerdote por el Sacramento del Orden, la Iglesia le dispensa de sus obligaciones y es retirado del Ministerio (es decir, del ejercicio de sus funciones sacerdotales). Es un sacerdote al que se le concedió el permiso de "no ejercer el oficio", por decirlo de algún modo, y ahora hace una vida como laico. También se les llama "sacerdotes secularizados".

Veamos lo que dice el canon 290 del Derecho Canónico:

Canon 290: La sagrada orden, una vez recibida válidamente, nunca puede hacerse inválida. No obstante, un clérigo pierde el estado clerical:

  1. Por sentencia judicial o decreto administrativo que declara la invalidez de la sagrada ordenación;
  2. Por pena de dimisión legítimamente impuesta;
  3. Por rescripto de la Sede Apostólica, dado por causas graves.

Aquí el punto que nos interesa es el tercero, el rescripto de la Sede Apostólica, que puede ser concedido por causas graves. Esto incluye situaciones donde un sacerdote, después de un serio discernimiento y por razones personales o de conciencia, solicita ser liberado de sus obligaciones sacerdotales, incluido el celibato, para poder casarse.

Además del Código de Derecho Canónico, este proceso está detalladamente normado en el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe titulado "Normas para Proceder a la Reducción al Estado Laical en las Curias Diocesanas y Religiosas". Este documento establece las directrices y procedimientos específicos para que un sacerdote pueda ser dispensado de sus obligaciones y reducirse al estado laical. 

Entre estos procedimientos está el de primero hacer del conocimiento de su Obispo su intención de apartarse del ministerio sacerdotal, allí empezará un proceso en el que se investigará si su discernimiento ha sido claro y honesto, y de ser así, pasará a una segunda etapa, donde el propio Obispo hace la solicitud al Papa por medio del Dicasterio para la Doctrina de la Fe que se encarga de dar la resolución oficial.

 ¿Qué implica una dispensa de las obligaciones sacerdotales?

Cuando un sacerdote recibe una dispensa, es liberado de las obligaciones que contrajo al ser ordenado. Esto incluye el celibato y otras obligaciones relacionadas con el ministerio sacerdotal. Sin embargo, es importante entender que este proceso no es una infidelidad a Dios ni una traición a la Iglesia o a la vocación.

La Iglesia entiende que hay situaciones humanas complejas y que cada caso debe ser tratado con compasión y justicia. Un sacerdote que recibe una dispensa lo hace después de un proceso de discernimiento y diálogo con sus superiores y con la Sede Apostólica. Este proceso asegura que la decisión se toma de manera responsable y con el debido respeto por la vocación sacerdotal.

No es una infidelidad a Dios ni una traición

Algunos fieles pueden ver la dispensa de un sacerdote como una traición o una infidelidad a Dios. Sin embargo, es importante aclarar que la Iglesia no lo ve de esta manera. La dispensa es una medida excepcional que se toma en situaciones extraordinarias y con un profundo sentido de responsabilidad y discernimiento.

La vocación sacerdotal es un llamado de Dios, pero la Iglesia también reconoce que los seres humanos pueden enfrentar dificultades y circunstancias imprevistas. La dispensa permite que el sacerdote continúe su vida de una manera que sea coherente con su situación personal y espiritual.

Casos especiales para evitar confusiones o escándalo

Es relevante mencionar que en algunos casos, la Santa Sede determina que el matrimonio del sacerdote dispensado se celebre de manera privada. Esto significa que la ceremonia se realiza solo frente al sacerdote celebrante y dos testigos, sin la presencia del pueblo. Esta medida se toma para evitar confusiones o escándalos entre los fieles, quienes pueden no entender completamente las razones detrás de la dispensa.

Comentarios en páginas como 'Católico Defiende Tu Fe'

En plataformas como 'Católico Defiende Tu Fe', pude observar con mucha tristeza comentarios de fieles enojados que creen que la posibilidad de dispensar a un sacerdote es un engaño o que los administradores de la página están promoviendo ideas erróneas, incluso llegando a acusarlos de ser "falsos católicos" solo por explicar que las dispensas existen y lo que implican. Sin embargo, es fundamental recordar que estos procesos están contemplados en la normativa de la Iglesia y son legítimos, no hay ningún plan macabro por parte de los administradores por hablar de estos temas.

La Iglesia no toma a la ligera estas decisiones y cada caso es evaluado cuidadosamente. Los fieles deben informarse adecuadamente y estudiar más antes de hacer juicios temerarios, pues se arriesgan a caer en pecado grave por calumniar a sus hermanos. La falta de conocimiento puede llevar a malentendidos y a injustas acusaciones.

Invitación a la comprensión y al estudio

Como católicos, estamos llamados a entender y apoyar las decisiones de nuestra Iglesia, basadas en el amor, la justicia y la misericordia. Es crucial que nos eduquemos sobre estos temas para evitar malentendidos y para ser capaces de explicar a otros por qué la Iglesia permite ciertas dispensas.

La Biblia nos invita a no juzgar precipitadamente. En San Mateo 7,1-2, Jesús nos dice: "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados, y con la medida con que midáis, se os medirá." Este pasaje nos recuerda la importancia de ser cautelosos y compasivos en nuestros juicios.

Conclusión

Sí, es cierto que los sacerdotes pueden pedir una dispensa para apartarse del ministerio y casarse. Este proceso está contemplado en el derecho canónico y en documentos como "Normas para Proceder a la Reducción al Estado Laical en las Curias Diocesanas y Religiosas" de la Congregación para la Doctrina de la Fe. No es una traición a Dios ni a la Iglesia, sino una respuesta a circunstancias personales y espirituales que requieren una solución compasiva y justa. El Matrimonio también es una vocación y un camino de santificación, no hay nada de malo en que un hermano sacerdote haya descubierto que esa es su verdadera vocación y que lleve a cabo los pasos necesarios para obtener el estado laical.

Invitamos a todos los fieles a informarse más y a acercarse a estos temas con un corazón abierto y comprensivo. La Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, siempre busca el bien de sus hijos, y estas dispensas son una muestra de su misericordia y entendimiento ante las complejidades de la vida humana.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

Cardenal Burke le hace un llamado a los católicos: Debemos estar preparados para el Martirio pues vivimos en un mundo en rebelión contra Dios.


En una reciente homilía en el Apostolado Mundial de Fátima en Asbury, Nueva Jersey, el cardenal norteamericano Raymond Burke ha instado a los católicos a estar preparados para la posibilidad del martirio, una idea que, según él, nunca debe ser descartada por los fieles, especialmente en tiempos como los actuales. Burke, conocido por ser uno de los firmantes de las Dubia a Amoris Laetitia, subrayó la importancia de estar dispuestos a ofrecer la propia vida como testimonio de fe.

En su mensaje, Burke recordó a los católicos la necesidad de sacrificarse por la conversión de los pecadores, siguiendo el mensaje de Nuestra Señora de Fátima. “La instrucción de la Madre de Dios resuena en nuestros corazones hoy mientras vivimos en un mundo cada vez más asediado por la rebelión contra Dios y su plan para nuestra salvación eterna a través de la Encarnación Redentora de Dios Hijo”, declaró el cardenal.

La homilía fue pronunciada durante la Misa Votiva del Inmaculado Corazón de María, organizada por los Caballeros de Colón en Basking Ridge, Nueva Jersey, junto con el Ejército Azul de Nuestra Señora, un grupo laico dedicado a difundir el mensaje de Fátima. Burke hizo referencia a la aparición de Fátima, ocurrida el 13 de julio de 1917, en la que la Virgen María se apareció a los tres niños, los santos Francisco y Jacinta Marto, y la venerable Lucía dos Santos.

El cardenal Burke sugirió que los católicos practiquen devociones como rezar el Santo Rosario diariamente, realizar actos de penitencia y reparación, y recibir los sacramentos de la Confesión y la Sagrada Comunión. “Debemos recurrir diariamente a Cristo y abrazar el martirio blanco de la indiferencia, el ridículo y la persecución”, afirmó, advirtiendo que “algunos de nosotros incluso podemos ser llamados a dar el testimonio máximo del martirio rojo, de la muerte permaneciendo fieles a Cristo y a su plan para nuestra salvación y la salvación del mundo”.

Con sus palabras, Burke busca preparar a los fieles para enfrentar los desafíos de un mundo que, según él, está cada vez más en rebelión contra Dios, subrayando la importancia de la fe y el sacrificio en la vida de los católicos.

Los Sacramentos se componen de Materia y Forma, ¿qué son cada una? El Sacerdote te lo explica.


Materia y Forma en los Sacramentos: Una Explicación Detallada

Los sacramentos son pilares fundamentales en la vida de la Iglesia Católica, instituidos por Cristo para conferir la gracia a los creyentes. Cada uno de ellos está compuesto por dos elementos esenciales: la materia y la forma. Entender estos conceptos nos ayuda a apreciar más profundamente el significado y la eficacia de los sacramentos.

¿Qué son la Materia y la Forma?

Materia y forma son términos teológicos que describen los componentes esenciales de los sacramentos:

  • Materia: Se refiere a los elementos físicos o sensibles utilizados en el sacramento. Estos son los signos visibles que Dios utiliza para comunicarnos su gracia.
  • Forma: Consiste en las palabras y gestos específicos prescritos para cada sacramento. Es la oración o fórmula que acompaña a la materia, conferida por el ministro del sacramento.

Para cada sacramento, la combinación adecuada de materia y forma es necesaria para su validez.

La Materia y Forma de Cada Sacramento

Veamos cómo se aplican estos conceptos a cada uno de los siete sacramentos:

1. Bautismo

  • Materia: Agua.
  • Forma: La fórmula trinitaria: "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (cf. Mateo 28,19).

El agua simboliza la purificación y el nuevo nacimiento en Cristo. Las palabras pronunciadas por el ministro confieren el Espíritu Santo y la gracia del bautismo.

2. Confirmación

  • Materia: Santo Crisma (aceite consagrado).
  • Forma: Las palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo".

El Santo Crisma, ungido por el obispo, simboliza la fuerza y la bendición del Espíritu Santo. La forma invoca al Espíritu Santo para fortalecer al confirmado.

3. Eucaristía

  • Materia: Pan de trigo y vino de uva.
  • Forma: Las palabras de la consagración pronunciadas por el sacerdote: "Esto es mi Cuerpo... Esta es mi Sangre..." (cf. Mateo 26,26-28; Marcos 14,22-24; Lucas 22,19-20; 1 Corintios 11,24-25).

El pan y el vino se transforman en el Cuerpo y la Sangre de Cristo mediante la consagración, que es el acto central de la Misa.

4. Penitencia (Reconciliación)

  • Materia: Los actos del penitente (contrición, confesión y satisfacción).
  • Forma: Las palabras de absolución pronunciadas por el sacerdote: "Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".

La contrición, confesión y satisfacción del penitente son los signos visibles de su arrepentimiento, y las palabras del sacerdote otorgan el perdón de Dios.

5. Unción de los Enfermos

  • Materia: Óleo de los enfermos (aceite consagrado).
  • Forma: Las palabras de la oración de unción: "Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, el Señor te asista con la gracia del Espíritu Santo".

El aceite simboliza la sanación y la fuerza del Espíritu Santo, mientras que la oración invoca la gracia de Dios para la curación del cuerpo y del alma.

6. Orden Sacerdotal

  • Materia: La imposición de las manos por el obispo.
  • Forma: Las palabras específicas de la oración consagratoria según el grado de la ordenación (diaconado, presbiterado, episcopado).

La imposición de manos transmite el Espíritu Santo y el poder sacramental del orden, mientras que la oración consagratoria confiere el ministerio específico.

7. Matrimonio

  • Materia: Los esposos (el hombre y la mujer) que se entregan mutuamente en matrimonio.
  • Forma: Las palabras del consentimiento matrimonial: "Yo, (nombre), te recibo a ti, (nombre), como esposo/a, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida".

El consentimiento matrimonial, libremente dado y recibido, es el signo visible de la unión de los esposos, y las palabras expresan el compromiso y la alianza matrimonial.

La Importancia de la Materia y Forma

La correcta materia y forma aseguran que los sacramentos no solo sean signos, sino también canales eficaces de la gracia divina. Según el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 1128), "los sacramentos actúan ex opere operato ('por el hecho de ser realizados'), es decir, por la misma acción sacramental, sin que sea necesaria la disposición personal del ministro o del receptor."

Sin embargo, también es crucial la intención del ministro. El sacerdote o el ministro del sacramento debe tener la intención de hacer lo que hace la Iglesia. Sin esta intención, el sacramento no sería válido.

La Gracia Sacramental

Cada sacramento confiere una gracia específica:

  • Bautismo: Gracia de la regeneración y la incorporación a Cristo y a su Iglesia.
  • Confirmación: Gracia del fortalecimiento del Espíritu Santo.
  • Eucaristía: Gracia de la unión más íntima con Cristo y la comunidad.
  • Penitencia: Gracia del perdón y la reconciliación con Dios y la Iglesia.
  • Unción de los Enfermos: Gracia de fortaleza, paz y ánimo para superar las dificultades propias de la enfermedad grave o la vejez.
  • Orden Sacerdotal: Gracia de la consagración para el ministerio pastoral y el servicio a la comunidad.
  • Matrimonio: Gracia de la unión y el amor para vivir la alianza matrimonial como signo del amor entre Cristo y su Iglesia, para la santificación de los esposos y la sabiduría para educar a los hijos en la fe cristiana.

Conclusión

Los sacramentos son más que ritos; son encuentros reales con Cristo que transforman nuestra vida. La materia y la forma son elementos esenciales que aseguran la autenticidad y la eficacia de estos encuentros sagrados. Al recibir los sacramentos con fe, abrimos nuestro corazón a la abundancia de la gracia divina que nos fortalece en nuestro camino hacia la santidad.

Referencias

  • Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 1128)
  • Biblia: Mateo 28,19; Mateo 26,26-28; Marcos 14,22-24; Lucas 22,19-20; 1 Corintios 11,24-25

Al entender mejor la materia y la forma de los sacramentos, podemos participar en ellos con mayor reverencia y gratitud, sabiendo que cada sacramento es un don precioso de Dios para nuestra salvación y santificación.

Autor de este trabajo: Padre Ignacio Andrade.

¿Por qué el Matrimonio es un Sacramento? Explicado por un Sacerdote.


¿Por qué el Matrimonio es un Sacramento?

El Matrimonio es uno de los siete sacramentos instituidos por Cristo y reconocidos por la Iglesia Católica. Ahora bien, un sacramento es un signo visible de una gracia invisible instituida por Cristo para nuestra santificación. En el caso del Matrimonio, este signo visible es la unión entre un hombre y una mujer, que se comprometen a amarse y ser fieles el uno al otro por toda la vida. Pero vayamos por partes.

Origen y Fundamento Bíblico

Para entender por qué el Matrimonio es un sacramento, tenemos que volver a las Escrituras. Desde el principio de la Biblia, en el Génesis, vemos que Dios creó al hombre y a la mujer, y los unió en una comunión íntima y amorosa:

"Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2,24).

Este versículo nos da una pista muy importante: el Matrimonio es parte del plan original de Dios para la humanidad. No es una invención humana; es algo sagrado y diseñado por Dios mismo.

Jesús también confirmó y elevó esta unión natural a la dignidad de sacramento. En el Evangelio de San Mateo, Jesús dice:

"Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (Mateo 19,6).

Aquí, Jesús nos muestra que el Matrimonio no es simplemente un contrato social, sino una unión sagrada que refleja el amor eterno y fiel de Dios por su pueblo.

El Matrimonio como Sacramento

Entonces, ¿qué hace que el Matrimonio sea un sacramento? En primer lugar, Jesús mismo lo instituyó y le dio una gracia particular. En el Matrimonio, la gracia sacramental fortalece a los esposos para vivir su unión en fidelidad, amor y apertura a la vida.

La Iglesia enseña que el sacramento del Matrimonio confiere una gracia especial para el cumplimiento de los deberes matrimoniales y para vivir las exigencias del estado matrimonial. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice:

"Cristo es la fuente de esta gracia. 'Como el mismo Señor es el autor del matrimonio, Él también concede a los esposos la gracia de poder vivir su unión en la fuerza de su amor'" (CIC 1642).

La Gracia del Sacramento

Ahora, hablemos un poco más sobre esa gracia. La gracia sacramental es un don que fortalece el amor natural de los esposos, purificándolo y elevándolo. No es una gracia mágica que elimina todos los problemas y dificultades, sino una fuerza espiritual que ayuda a los esposos a superar los desafíos y crecer en santidad juntos.

La gracia del sacramento del Matrimonio ayuda a los esposos a amarse con el amor con que Cristo amó a su Iglesia. San Pablo, en su carta a los Efesios, compara la relación entre esposos con la relación entre Cristo y la Iglesia:

"Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella" (Efesios 5,25).

Esta comparación no es casualidad. Cristo amó a su Iglesia de manera total, sacrificada y fiel. De la misma manera, la gracia del Matrimonio permite a los esposos amarse con ese amor total y fiel.

El Matrimonio y la Comunidad

El Matrimonio no solo afecta a los esposos, sino también a la comunidad y a la Iglesia. Los esposos, al vivir su vocación matrimonial, son un testimonio viviente del amor de Dios en el mundo. Su fidelidad, apertura a la vida y amor mutuo son un reflejo del amor de Dios y una inspiración para otros.

Además, los matrimonios cristianos tienen la misión de ser "iglesias domésticas", es decir, pequeños reflejos de la Iglesia en sus propios hogares. En el Catecismo leemos:

"El hogar es el lugar donde los hijos reciben el primer anuncio de la fe. Por eso, la casa familiar es llamada con razón 'iglesia doméstica', comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y de caridad cristiana" (CIC 1666).

Los Elementos del Sacramento

El sacramento del Matrimonio tiene algunos elementos esenciales que lo constituyen y que son importantes entender:

  1. El Consentimiento: Para que haya un verdadero matrimonio, los esposos deben dar su libre y pleno consentimiento. Este consentimiento es el acto de voluntad mediante el cual se entregan y aceptan mutuamente para formar una alianza matrimonial.

  2. La Forma Canónica: Normalmente, el matrimonio debe celebrarse en presencia de un sacerdote o diácono y de dos testigos, aunque hay algunas excepciones.

  3. La Intención de Permanencia, Fidelidad y Apertura a la Vida: Los esposos deben tener la intención de casarse para toda la vida, ser fieles el uno al otro y estar abiertos a la posibilidad de tener hijos.

Un Camino de Santificación

El Matrimonio es un camino de santificación. Es un llamado a amar de una manera particular, a crecer en virtudes y a ser un signo del amor de Dios en el mundo. No es siempre fácil, pero es una vocación hermosa y llena de bendiciones.

San Juan Pablo II, en sus enseñanzas sobre la Teología del Cuerpo, habló mucho sobre el significado profundo del amor conyugal. Él enseñó que el amor matrimonial es una participación en el amor creador de Dios. Es un amor que da vida, no solo en el sentido de procrear hijos, sino también en el sentido de construir una familia y una comunidad llenas de amor.

Desafíos y Bendiciones

No podemos ignorar que el Matrimonio también enfrenta muchos desafíos en el mundo actual. Las dificultades económicas, las diferencias personales y otros problemas pueden poner a prueba la relación. Pero aquí es donde la gracia del sacramento entra en juego de manera especial. La gracia del Matrimonio ayuda a los esposos a perdonarse, a ser pacientes, y a superar juntos las pruebas.

El matrimonio es una aventura compartida, una peregrinación hacia el cielo. Es un viaje donde ambos esposos se ayudan mutuamente a crecer en santidad y a vivir el amor de Dios en sus vidas diarias.

Conclusión

Entonces, el Matrimonio es un sacramento porque Cristo lo instituyó como un signo visible de su amor invisible y como un canal de gracia para los esposos. Es un medio poderoso para vivir el amor de Dios, crecer en santidad y ser testigos del amor de Cristo en el mundo.

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*El autor de este trabajo es el Padre Ignacio Andrade para Católico Defiende Tu Fe y no puede publicarse en otros medios sin su consentimiento.

Respuesta de un Sacerdote a Fernando Casanova: Estás completamente equivocado, Jesús instituyó SIETE Sacramentos y no solo dos.



Recientemente, Fernando Casanova, el conocido predicador católico, y quien fuera hace años pastor pentecostal, publicó un mensaje afirmando que solo existen dos sacramentos: el bautismo y la eucaristía. Además, negó que el matrimonio sea un sacramento. Estas declaraciones no son poca cosa, pues son contrarias a la enseñanza dogmática de la Iglesia Católica. No se trata de un tema en el que se pueda simplemente opinar, y es inconcebible que un predicador católico tan experimentado como Fernando no sepa que se trata de dogmas que no pueden cambiar, pues fueron revelados por Dios. Casanova lo sabe y lo preocupante es que aun así haya decidido desafiar esta enseñanza central de la fe católica.

¿Será que la fuerte oposición que Fernando tiene hacia el Papa Francisco lo está llevando a apartarse de la Iglesia católica? Esperemos que no, pero es nuestro deber refutar sus falsas enseñanzas actuales para cuidar de los fieles que lo siguen.

Así que vamos a refutar estas ideas y demostrar que Jesús instituyó siete sacramentos y no dos como heréticamente afirma Fernando.



¿Qué es un sacramento?

Un sacramento es un signo visible de una gracia invisible, instituido por Cristo para nuestra santificación. Son vehículos de la gracia divina que nos ayudan en nuestro camino hacia Dios. El Concilio de Trento (1545-1563) definió claramente que existen siete sacramentos: bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, unción de los enfermos, orden sacerdotal y matrimonio. Esta enseñanza ha sido constante en la Iglesia desde tiempos apostólicos y no puede cambiar. Quien no acepte que Jesús instituyó siete sacramentos sencillamente se aparta de la fe católica.

Los Siete Sacramentos Instituidos por Cristo

  1. Bautismo

El bautismo es el primer sacramento y la puerta a todos los demás sacramentos. Jesús mismo fue bautizado por Juan en el río Jordán (San Mateo 3,13-17), y mandó a sus discípulos a bautizar a todas las naciones (San Mateo 28,19).

  1. Confirmación

La confirmación fortalece la gracia del bautismo y nos llena con el Espíritu Santo. En los Hechos de los Apóstoles, vemos cómo los apóstoles imponían las manos sobre los bautizados para que recibieran el Espíritu Santo (Hechos 8,14-17).

  1. Eucaristía

La eucaristía es el centro de la vida cristiana. En la Última Cena, Jesús instituyó este sacramento diciendo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes" (San Lucas 22,19). San Pablo también habla de la importancia de la eucaristía en 1 Corintios 11,23-26.

  1. Penitencia

La penitencia, o confesión, es el sacramento de la reconciliación con Dios. Jesús dio a sus apóstoles el poder de perdonar los pecados: "Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados" (San Juan 20,22-23).

  1. Unción de los enfermos

Este sacramento ofrece consuelo y fortaleza a los enfermos. Santiago nos dice: "¿Está enfermo alguno de ustedes? Llame a los presbíteros de la Iglesia y oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor" (Santiago 5,14-15).

  1. Orden sacerdotal

El orden sacerdotal es el sacramento que confiere la misión y autoridad de actuar en nombre de Cristo. En la Última Cena, Jesús instituyó el sacerdocio cuando dijo: "Hagan esto en memoria mía" (San Lucas 22,19). San Pablo también menciona el ministerio sacerdotal en 1 Timoteo 4,14 y 2 Timoteo 1,6.

  1. Matrimonio

El matrimonio es el sacramento que une a un hombre y una mujer en una alianza de amor y vida. Jesús elevó el matrimonio a la dignidad de sacramento cuando dijo: "Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre" (San Mateo 19,6). San Pablo también habla del matrimonio como un gran misterio, en referencia a Cristo y la Iglesia (Efesios 5,31-32).

Refutando las Afirmaciones de Casanova

1. Solo existen dos sacramentos: bautismo y eucaristía.

Esta afirmación es claramente contraria a la enseñanza constante de la Iglesia. Como hemos visto, la Sagrada Escritura y la Tradición apoyan la existencia de los siete sacramentos. El Concilio de Trento declaró anatema a quienes nieguen la existencia de estos siete sacramentos (DS 1601).

2. El matrimonio no es un sacramento.

El matrimonio es sin duda un sacramento. Jesús no solo habló del matrimonio en términos sagrados, sino que también realizó su primer milagro en una boda, en Caná (San Juan 2,1-11), mostrando así su aprobación y bendición sobre esta unión. Además, San Pablo claramente describe el matrimonio como un sacramento en Efesios 5,31-32.

Casanova, al negar la sacramentalidad del matrimonio, ignora tanto la enseñanza bíblica como la Tradición de la Iglesia. El matrimonio es un signo visible del amor de Cristo por su Iglesia, y por lo tanto, un medio de gracia para los esposos.

La Importancia de la Tradición y el Magisterio

Un punto crucial en esta discusión es la importancia de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. La Iglesia Católica no basa su doctrina solo en la Biblia, sino también en la Tradición Apostólica y el Magisterio. Como nos dice el Concilio Vaticano II en Dei Verbum: "La Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura constituyen un único depósito sagrado de la Palabra de Dios" (DV 10).

El Magisterio, que es la enseñanza autoritativa de la Iglesia, interpreta de manera auténtica este depósito de la fe. Por lo tanto, la enseñanza de los siete sacramentos no es una invención humana, sino una verdad revelada por Cristo y custodiada por la Iglesia a través de los siglos. ¿Ya olvidó todo esto Fernando, quien por años lo defendió y explicó?

La Unidad de los Sacramentos

Los siete sacramentos están interconectados y forman una unidad, si quitas uno solo, desarmas todo el sentido de la transmisión de la gracia de Dios a su pueblo, la Iglesia. Cada uno de ellos cumple una función específica en la vida del cristiano y en la economía de la salvación, no podemos quitar sacramentos a nuestro antojo. El bautismo nos incorpora a la Iglesia; la confirmación nos fortalece con el Espíritu Santo; la eucaristía nos alimenta con el Cuerpo y la Sangre de Cristo; la penitencia nos reconcilia con Dios; la unción de los enfermos nos ofrece sanación; el orden sacerdotal confiere la misión apostólica, y el matrimonio santifica la unión conyugal.

Negar alguno de estos sacramentos es negar la plenitud de la gracia que Cristo quiso darnos a través de su Iglesia. Es importante recordar que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo y que los sacramentos son los medios a través de los cuales recibimos la vida divina.

Conclusión

La enseñanza de la Iglesia sobre los siete sacramentos es clara y está profundamente enraizada en la Sagrada Escritura, la Tradición y el Magisterio. Las afirmaciones de Fernando Casanova, al negar la existencia de cinco de los sacramentos y la sacramentalidad del matrimonio, son contrarias a esta enseñanza y, por lo tanto, heréticas.

Como fieles católicos, estamos llamados a defender la verdad de nuestra fe y a vivir plenamente los sacramentos que Cristo instituyó para nuestra salvación. Sigamos confiando en la sabiduría de la Iglesia y en la guía del Espíritu Santo para mantenernos firmes en la fe.

La riqueza de nuestra fe católica está en la verdad que Cristo nos reveló y que la Iglesia nos transmite fielmente. Oremos por Fernando, para que rectifique y no caiga en la tentación de alejarse de la Iglesia de Jesús.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

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Fernando Casanova, el famoso y muy reconocido predicador católico, ha causado un gran revuelo con su reciente publicación en Facebook, donde afirmó que solo existen dos sacramentos y que los demás son "inventos" para "controlar" y "manipular". Esta declaración contradice directamente el dogma católico, que enseña que Jesús instituyó siete sacramentos y no solo dos.

Casanova es conocido por ser uno de los predicadores laicos más famosos de habla hispana. Alcanzó gran popularidad y respeto entre los católicos de todo el continente gracias a su impactante testimonio de conversión a mediados de los años 2000. En ese periodo, explicó cómo pasó de ser un pastor evangélico protestante a un ferviente católico comprometido. Su testimonio fue difundido por la cadena católica EWTN y ha sido visto millones de veces, inspirando a muchos por su relato sobre cómo llegó a creer que la fe católica es la verdadera y que la Iglesia católica es la única fundada por Jesucristo, luego de haber sido pastor pentecostal.

En los últimos años, sin embargo, Casanova ha adoptado posturas cada vez más críticas hacia el papado de Francisco, mostrando una inclinación hacia posturas sedevacantistas y hacia el ultra-tradicionalismo católico. Estos movimientos se caracterizan por su fuerte oposición al Concilio Vaticano II y al supuesto "modernismo" del que acusan al Papa Francisco. Desde sus cuentas oficiales Casanova ha atacado duramente al Papa y lo acusa de cobijar a representantes del "lobby LGBT" en la Iglesia como el Sacerdote James Martin

Y aunque Casanova ha sido un crítico severo del Papa y de lo que él considera "abusos litúrgicos" en las Misas de "novus ordo", nunca había llegado al extremo de defender una posición tan contraria a las enseñanzas de la Iglesia como negar cinco de los Sacramentos.

En su publicación de Facebook, Casanova escribió: 

"Solo existen 2 Sacramentos. 1. El santo Bautismo. 2. La sacrosanta presencia del Señor en la Eucaristía. Todo lo demás se lo han inventado para controlarte y manipularte." 


Esta declaración ha generado una oleada de comentarios entre sus seguidores. Algunos han señalado que su afirmación es idéntica a la doctrina reformada calvinista, que también sostiene que solo existen dos sacramentos: el bautismo y la Eucaristía. Esto ha llevado a muchos a pensar que Casanova está alejándose del catolicismo y acercándose nuevamente al protestantismo poco a poco.

La nueva posición de Casanova resulta especialmente extraña, ya que una parte sumamente importante de su testimonio de conversión, y una de las más conmovedoras para los católicos, era cuando explicaba cómo comprendió el Sacramento de la Reconciliación. Relataba con emoción su primera confesión con un sacerdote, destacando este momento como crucial en su camino hacia la fe católica. Ahora, sin embargo, parece negar la validez de dicho sacramento, lo que ha generado aún más confusión y consternación entre sus seguidores.

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Individuo escribe la frase "Dios no existe" en la pared de un templo católico y se da a la fuga.


Un acto de vandalismo sorprendió a los vecinos del fraccionamiento Francisco de Montejo en la ciudad de Mérida, Yucatán, cuando un individuo fue descubierto "grafiteando" la iglesia parroquial de Jesús Sumo y Eterno Sacerdote. En una de las paredes del templo, el sujeto escribió: "Dios no existe".

El incidente generó indignación entre los residentes locales y los fieles católicos de la zona, y desató una ola de comentarios en redes sociales, donde la conducta del grafitero fue ampliamente condenada.

Testigos relatan que al verse descubierto, el individuo se subió rápidamente a su bicicleta. A pesar de que un par de automovilistas intentaron detenerlo cerrándole el paso, el grafitero logró escapar del lugar sin ser capturado.

En respuesta al acto vandálico, los vecinos solicitaron el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), cuyos agentes están llevando a cabo la búsqueda del responsable. Se ha informado también que los sacerdotes encargados de la parroquia planean interponer una denuncia formal por estos hechos.

4 Santos reconocidos por interceder de manera muy especial por las mujeres con cáncer de mama.



Cuatro Santos que Interceden por las Mujeres con Cáncer de Mama

En la Iglesia Católica, numerosos santos son reconocidos por su intercesión en la curación de enfermedades. Entre ellos, San Juan de Dios y Santa Hildegarda de Bingen son conocidos por interceder por aquellos que sufren depresión, mientras que Santa Liduvina es patrona de los enfermos crónicos. Hoy destacamos a cuatro santos que interceden de manera especial por las mujeres que padecen cáncer de mama.

Santa Águeda

Santa Águeda, patrona de los que sufren enfermedades de la glándula mamaria y las mujeres con cáncer de mama, celebra su fiesta el 5 de febrero. Originaria de Catania, Sicilia, Italia, Águeda consagró su vida y pureza a Dios, poseyendo una belleza extraordinaria. La historia relata que fue torturada por rechazar las propuestas amorosas del cónsul Quintiliano, quien ordenó que le cortaran los pechos con pinzas de ardiente acero.

Existen numerosas iglesias y asociaciones dedicadas a ella en todo el mundo, enfocadas en la lucha contra el cáncer de mama. Sus devotos, conocidos como "los soldados de Santa Águeda", se dedican a tratar y prevenir esta enfermedad, según un artículo firmado por el Dr. Michael B. Shimking. Para aquellos que buscan su intercesión, pueden rezar una oración en su honor.

San Ezequiel Moreno

San Ezequiel Moreno es conocido como el patrono de los enfermos de cáncer. Los milagros que llevaron a su beatificación y canonización incluyen la curación de dos personas con cáncer terminal, una de ellas una mujer con cáncer de mama. Su fiesta se celebra el 19 de agosto.

Nacido a mediados del siglo XIX, Moreno fue un fraile agustino recoleto que sirvió como misionero en Colombia, donde se le diagnosticó cáncer. Falleció a los 58 años en España debido a la enfermedad. San Ezequiel fue canonizado por San Juan Pablo II en 1992, tras comprobarse su intercesión en la curación milagrosa de María de Jesús Náñez, una colombiana que, tras una operación de un tumor en la pierna, experimentó metástasis en el pecho izquierdo. Encomendada al beato, se curó milagrosamente.

Santa María de La Providencia

Santa María de La Providencia, nacida en Francia con el nombre de Eugénie Smet, fue bautizada como religiosa bajo el nombre de María de La Providencia. Fundó la Congregación Sociedad de las Auxiliadoras de las Almas del Purgatorio, dedicada a salvar las almas a través de obras de misericordia espirituales y corporales.

Su fiesta se celebra el 6 de marzo. A los 45 años, le fue diagnosticado cáncer de mama, enfermedad que la llevó a la muerte poco tiempo después. Aunque no se le conoce por interceder en casos de curación de esta enfermedad, su vida sirve de gran ejemplo para las mujeres que padecen cáncer de mama, siendo una intercesora a la cual acudir.

Santa María Celia Guérin

Santa María Celia Guérin, esposa de San Luis Martin y madre de Santa Teresa de Lisieux, forma parte del primer matrimonio católico declarado santo, cuya fiesta se celebra el 12 de julio. Nacida en 1831, Celia fue educada por religiosas y aprendió el arte de la confección. Tuvo nueve hijos y llevó una vida matrimonial ejemplar, participando activamente en la vida parroquial.

Al igual que Santa María de La Providencia, a los 45 años se le diagnosticó un tumor en el seno. Enfrentó la enfermedad con firme esperanza cristiana hasta su muerte. En una carta escribió: "Si Dios quiere curarme, estaré muy contenta pues, en el fondo de mi corazón, deseo vivir; lo que me cuesta es dejar a mi marido y a mis hijas. Pero, por otra parte, me digo: si no me curo es que, quizá, será más útil que yo me vaya."

Su ejemplo de confianza en Dios e intercesión puede brindar consuelo y esperanza a muchas madres que hoy enfrentan esta enfermedad.

La historia de la familia de Nico Williams, el anotador en la final de la Eurocopa: Llegaron como inmigrantes a España y fueron acogidos por la organización Católica Cáritas un Misionero Claretiano


El gol de Nico Williams en el minuto 47 de la final contra Inglaterra, que aseguró la cuarta Eurocopa para la Selección Española, es un momento que muchos recordarán con emoción. Uno de los más felices en esa noche del 14 de julio fue Iñaki Mardones Aja, director de la Pastoral de la Salud de la Diócesis de Santander, quien conoce de cerca la historia de la familia Williams.

En 1994, la familia Williams llegó a Bilbao desde Ghana, acogida por Cáritas Bilbao. Comfort, la madre, estaba embarazada de ocho meses de su hijo mayor, Iñaki (a quien nombraron así en honor al misionero católico que les ayudó a su llegada). Iñaki Mardones, entonces misionero claretiano y sacerdote en la Diócesis de Bilbao, fue parte del grupo de voluntarios que recibieron a la familia. “Formaba parte del grupo de voluntarios de Cáritas Diocesana que tenía como finalidad acoger y acompañar a inmigrantes”, recuerda Mardones.

Un comienzo difícil

La llegada a Bilbao fue solo el inicio de una serie de desafíos para la familia Williams. Mardones recuerda cómo fueron a recibirlos a la estación de tren de Abando: “Ahí fue cuando conocí a Félix y Comfort, que hoy se llama María y que entonces venía embarazada de ocho meses”. A pesar del aval del gobierno, la familia enfrentó numerosas dificultades, como la falta de tarjeta sanitaria, lo que complicó el seguimiento del embarazo de Comfort. Sin embargo, gracias a la dedicación de los voluntarios y profesionales sanitarios, lograron superar estos obstáculos.

El nacimiento de Iñaki

El 15 de junio de 1994, las primeras contracciones llevaron a Comfort al Hospital de Basurto, donde nació Iñaki. Agradecidos por la ayuda recibida, los padres decidieron nombrar a su hijo en honor a Mardones. “Junto a los regalos de la vida y de la fe, es el regalo más grande que me han hecho”, afirma emocionado.

Una familia unida

Meses después, celebraron el bautizo de Iñaki en la parroquia del Corazón de María, un día de gran alegría para todos. Mardones ha seguido de cerca la carrera de Iñaki Williams, quien se convirtió en uno de los delanteros estrella del Athletic de Bilbao y finalmente internacional con Ghana.

El nacimiento de Nico

En julio de 2002, nació Nico Williams en Pamplona. Mardones recuerda haber visitado a la familia días antes del nacimiento: “Iñaki estaba vestido de San Fermín y, con un balón en el pie, acompañaba cariñoso a su madre”. Este gesto simbolizaba la responsabilidad y el cariño que Iñaki sentía por su hermano menor.

Una relación especial

La relación entre los hermanos Williams es algo que Mardones destaca con admiración. “Meses atrás, en la boda de Iñaki, Nico le expresó lo mucho que le debía, señalando que era un referente y un guía para él”, comenta. La reacción de Nico ante un insulto racista en el Metropolitano, donde optó por el diálogo, es un testimonio de su carácter: “Me admira su apuesta por el diálogo y no olvidar el difícil camino que han tenido que hacer sus padres para darles una vida digna”.

Amistad y futuro

La amistad de Nico con Lamine Yamal, otro jugador con una historia similar, refuerza el mensaje de una España plural y mestiza. “Espero que Nico Williams siga regateando a la injusticia, el racismo y la desigualdad”, dice Mardones con esperanza, celebrando no solo su habilidad en el campo, sino también su integridad como persona.

Nico Williams, con su talento y carácter, no solo ha dejado su huella en el fútbol, sino que también se ha convertido en un símbolo de lucha y superación para muchos. Que su historia inspire a otros a seguir regateando las adversidades y marcar goles hacia un futuro mejor.

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