La ceniza, como símbolo de arrepentimiento y conversión


LA CENIZA ES SEÑAL DE ARREPENTIMIENTO Y DESEO DE CONVERSIÓN

EL PROFETA EZEQUIEL HABLA DE LA CRUZ EN LA FRENTE QUE LLEVARÍAN LOS ELEGIDOS

LAS BIBLIAS PROTESTANTES TERGIVERSAN LA PROFECÍA DE EZEQUIEL QUITÁNDOLE SU VERDADERO SIGNIFICADO
Por Jesús Mondragón (Saulo de Tarso)

Cualquier persona que haya leído la Biblia sabe que echar ceniza sobre la cabeza y vestirse de “saco”, es señal de arrepentimiento y dolor por haber pecado.

“- Hija de mi pueblo, cíñete de sayal y revuélcate en ceniza, haz por ti misma un duelo de hijo único, una endecha amarguísima, porque enseguida viene el saqueador sobre nosotros”. Jeremías 6, 26.

“Por eso me retracto y me arrepiento en el polvo y la ceniza”. Job 42, 6-11.

Mateo 11:21
¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido.


Bastan estos textos de ejemplo, de los innumerables que existen, que apoyan la práctica bíblica Católica, de la ceniza como símbolo de quienes nos reconocemos pecadores, con necesidad de arrepentimiento y de conversión. Hay sobre todo un texto muy revelador que es el del Profeta Ezequiel, el cual narra de qué forma serán marcados los elegidos, los siervos de Dios, que gimen y lloran por los pecados cometidos.

“y Yahveh le dijo: «Recorre Jerusalén, y marca con una cruz la frente de los hombres que gimen y lloran por todas las abominaciones que se cometen en ella.» Y oí que dijo a otros: «Recorred la ciudad detrás de él e id hiriendo a la gente. No tengáis piedad, no perdonéis a nadie; matad a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta que no quede uno. Pero no toquéis a quien lleve la cruz en la frente...” Ezequiel 9,4-6. Biblia de Jerusalén.

La versión Reina-Valera de los “cristianos evangélicos”, famosa entre los expertos por sus 2,900 “errores” de traducción, mutila el original bíblico que dice: “marca con una TAU la frente”. Y la TAU no es otra cosa que nuestra letra “T” (t), es decir, una cruz y en griego cruz se dice “stauros”, conteniendo la partícula “tau” en el centro. Borran la Tau de la Biblia traduciendo sólo: “pon una marca en la frente”, evidenciando la falta de honestidad de las sectas, que producen sus propias “biblias” acomodadas a sus doctrinas.

Los Cristianos Católicos preferimos confiar en nuestra amada Biblia de Jerusalén, que es traducida directamente de los textos originales por la Escuela Bíblica de Jerusalén; institución que se encargó de la excavación y traducción de los “Rollos del Mar Muerto” en las cuevas de Qumrán, por lo que la Biblia de Jerusalén es reconocida por los expertos como una autoridad mundial.

La profecía de Ezequiel adquiere mayor significado a la luz del Nuevo Testamento, donde se precisa más claramente quiénes son los que reciben la señal de la Cruz o la Tau en la frente. Veamos.

Apocalipsis 7:3
«No causéis daño ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente de los siervos de nuestro Dios

Apocalipsis 9:4

Se les dijo que no causaran daño a la hierba de la tierra, ni a nada verde, ni a ningún árbol; sólo a los hombres que no llevaran en la frente el sello de Dios.

Tan importante es esta señal, que las fuerzas demoníacas del mal la imitan y crean su propia versión.

Apocalipsis 13:16-17
Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente,  y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre.

Pero la marca en la frente de los hijos de Dios es imborrable e inconfundible.

Apocalipsis 14:1
Seguí mirando, y había un Cordero, que estaba en pie sobre el monte Sión, y con él 144.000, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.

¿Cuál es esa marca y cuál es ese Nombre?

Mateo 28:19
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

La señal en la frente que nos hace hijos de Dios poniendo un alto a las acechanzas del demonio es el bautismo, siempre y cuando permanezcamos fieles, resistiendo hasta el fin. Sólo entonces seremos dignos de la siguiente promesa.

Apocalipsis 22:3-4
Y no habrá ya maldición alguna; el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y los siervos de Dios le darán culto.
Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente.

Cada que tomamos ceniza, simbólicamente hacemos visible en nuestra cabeza, la señal del bautismo que nosotros no podemos ver, sino sólo Dios y los ángeles, pero que a menudo olvidamos que está ahí, hasta que el sacerdote coloca ceniza en nuestra cabeza y nos recuerda:

"Polvo eres y al polvo volverás. ¡Arrepiéntete y cree en el Evangelio!"

Ahora ya sabes por qué nos ponemos ceniza al inicio de la cuaresma.


También hay que hacer notar que:

NO ES OBLIGATORIO TOMAR CENIZA, NI TAMPOCO ES PECADO SI NO LO HACEMOS.

Aunque sin duda, el hacerlo es mejor. Lo importante es reconocer que somos pecadores y que “polvo eres y al polvo volverás”. Génesis 3, 9.


PAX ET BONUM


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1 comentario:

  1. Agradezco la explicación y ahora valorare mi bautismo y la importancia del arrepentimiento en mi vida.

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