¿Por qué después de más de 2000 años Jesús aun no vuelve?


Me gustaría abordar la pregunta de por qué Jesús no ha vuelto después de más de 2000 años desde una perspectiva teológica. Si bien la llegada del Reino de Dios en su plenitud es un tema de gran importancia para los cristianos, también es importante recordar que Dios obra según su propio plan y su propia voluntad, y que la comprensión del tiempo y el propósito de Dios a menudo va más allá de nuestra propia capacidad limitada para comprender.

En la Biblia, encontramos varias referencias al regreso de Jesús y al fin de los tiempos. En Marcos 13,32-33, Jesús dice: "Pero de aquel día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo". En otras palabras, aunque se nos ha dado información sobre la segunda venida de Cristo y el fin de los tiempos, la hora exacta del evento es conocida solo por Dios.

Además, en 2 Pedro 3,8-9 se dice: "Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". Aquí, Pedro nos recuerda que el tiempo y el propósito de Dios son diferentes a los nuestros y que, aunque puede parecer que la venida de Jesús se ha retrasado, en realidad Dios está siendo paciente con nosotros, dándonos tiempo para arrepentirnos y volvemos a él.

Además, en Mateo 24,14 se dice: "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". Aquí, Jesús nos dice que el fin no vendrá hasta que se haya predicado el evangelio a todas las naciones. Aunque la Iglesia ha estado predicando el evangelio desde la época de los apóstoles, aún hay muchas partes del mundo que no han escuchado la Buena Nueva. Por lo tanto, puede ser que Dios esté esperando que se alcance este objetivo antes de enviar a su Hijo a la tierra nuevamente.

También es importante recordar que el tiempo de Dios es diferente al nuestro. En Isaías 55,8-9 se dice: "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". En otras palabras, Dios tiene una perspectiva eterna y divina, que a menudo va más allá de nuestra comprensión humana. Aunque puede parecer que Jesús tarda en regresar, en realidad está trabajando en su plan divino para la salvación de la humanidad y el establecimiento de su Reino.

Creo que la razón por la cual Jesús no ha regresado después demás de 2000 años es conocida solo por Dios. Podemos buscar respuestas en la Biblia, pero en última instancia, Dios tiene sus propios propósitos y planes, y podemos confiar en que su voluntad se llevará a cabo en su tiempo perfecto.

Como cristianos, debemos mantener la esperanza y la fe en el regreso de Jesús y trabajar diligentemente para propagar el Evangelio y construir su Reino aquí en la tierra. Como se nos recuerda en Hebreos 10,36-37, "Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará".

Aunque es natural preguntarse por qué Jesús no ha regresado todavía, como cristianos debemos confiar en la voluntad de Dios y mantener la fe y la esperanza en su plan divino. Podemos trabajar para propagar el Evangelio y construir su Reino aquí en la tierra mientras esperamos su regreso. Como se nos recuerda en 1 Tesalonicenses 5,2, "Pues vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche". Por lo tanto, debemos estar preparados en todo momento y mantener nuestra fe en Cristo hasta su regreso glorioso.

Quepa recordar que como católicos creemos que Jesús se hace presente en cada celebración de la Eucaristía. En la consagración durante la Misa, el pan y el vino se transforman en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, por lo que Jesús se hace presente de manera real y sustancial en la Eucaristía.

En la Eucaristía, Jesús se ofrece a sí mismo como alimento para nuestra alma y nos da la gracia necesaria para vivir nuestra vida cristiana. Por lo tanto, podemos experimentar la presencia de Cristo de una manera muy real y personal durante la Misa.

Sin embargo, esto no debe hacernos olvidar que Jesús también vendrá de nuevo en su Segunda Venida, en un evento conocido como la Parusía. Como se nos dice en 1 Tesalonicenses 4,16-17, "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor".

Por lo tanto, aunque Jesús se hace presente de manera real y sustancial en la Eucaristía, debemos seguir esperando y preparándonos para su Segunda Venida. Como cristianos, debemos mantener nuestra fe y esperanza en su regreso glorioso, mientras nos acercamos a él en cada celebración de la Eucaristía.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

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