¿Sabías que el diario de Santa Faustina y la devoción a la Divina Misericordia estuvieron prohibidos por casi 20 años en la Iglesia?


Hermanos, me gustaría abordar la cuestión de por qué algunos en la Iglesia dudaban de la autenticidad de las revelaciones a Santa Faustina Kowalska y su diario, y cómo se demostró que eran verdaderas.

En la década de 1930, cuando Santa Faustina recibió las revelaciones, la Iglesia estaba experimentando un período de intensa crítica y escepticismo hacia las apariciones y mensajes privados. Algunos creían que las apariciones y revelaciones eran falsas y que las personas involucradas eran fanáticas y supersticiosas. Por lo tanto, no fue sorprendente que algunos en la Iglesia fueran escépticos sobre las revelaciones de Santa Faustina.

Además, algunos sacerdotes y obispos en Polonia, donde Santa Faustina vivía en ese momento, tenían preocupaciones sobre su diario. En particular, se preocupaban de que la imagen de Jesús que Santa Faustina describía en su diario, con rayos de luz que representaban la sangre y el agua que brotaron de su costado en la cruz, no se correspondiera con la iconografía tradicional de la Iglesia. También se preocupaban de que la devoción a la misericordia divina que promovía Santa Faustina pudiera distraer a los fieles de la devoción a la Eucaristía y otros aspectos centrales de la fe católica.

Como resultado de estas preocupaciones, en 1959, la Congregación para la Doctrina de la Fe (entonces conocida como la Congregación del Santo Oficio) prohibió la circulación del diario de Santa Faustina y la devoción a la Divina Misericordia. Esta prohibición se mantuvo en vigor durante casi dos décadas.

Sin embargo, en 1978, el entonces Cardenal Karol Wojtyla (futuro Papa Juan Pablo II) inició una nueva investigación sobre las revelaciones de Santa Faustina. La investigación incluyó la revisión de los escritos de Santa Faustina, así como testimonios de personas que la conocieron en vida. Tras una cuidadosa evaluación, el Cardenal Wojtyla declaró que las revelaciones de Santa Faustina eran auténticas y que su diario no contenía nada contrario a la fe católica.

Durante algún tiempo, hubo algunas dudas e inquietudes sobre los diarios de Santa Faustina y su autenticidad. Estas dudas surgieron en parte porque algunos consideraban que la forma en que se presentaba la devoción a la Divina Misericordia en los escritos de Santa Faustina podía parecer demasiado emocional o sentimental, y que podía haber sido influenciada por ideas y tendencias de la época.

Además, algunas personas también cuestionaron la capacidad de Santa Faustina para escribir los diarios, ya que había recibido solo educación básica y tenía poca experiencia en la escritura.

Sin embargo, estas dudas y preocupaciones fueron abordadas y respondidas por la Iglesia Católica a través de un proceso riguroso de examen y evaluación. La Iglesia investigó los diarios y la vida de Santa Faustina, y concluyó que la autenticidad de los diarios era consistente con la vida y enseñanzas de la Iglesia.

Después de la elección de Juan Pablo II como Papa en 1978, se convirtió en un gran defensor de la devoción a la misericordia divina y la canonización de Santa Faustina. En el año 2000, declaró que el primer domingo después de Pascua sería el Domingo de la Divina Misericordia. En 1992, la Congregación para la Doctrina de la Fe levantó la prohibición sobre el diario de Santa Faustina.

En conclusión, algunos en la Iglesia dudaban de la autenticidad de las revelaciones a Santa Faustina Kowalska y su diario debido a la intensa crítica y escepticismo hacia las apariciones y mensajes privados en ese momento. Además, algunos sacerdotes y obispos en Polonia tenían preocupaciones específicas sobre el diario y la devoción a la Divina Misericordia. 

Autor: Pbro. Ignacio Andrade

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