Mi hijo dice que cree en Dios pero no en la Iglesia, ¿Qué puedo hacer?


Puedo afirmar con total seguridad que la Eucaristía es el centro y la cumbre de la vida de la Iglesia. Y como usted sabrá, la Eucaristía solo puede encontrarse en la Iglesia; la clave en sus conversaciones con su hijo, es hacerle ver y entender que fuera de la Iglesia no encontrará el regalo más hermoso que Jesús nos dejó antes de partir, la garantía de su Presencia Real entre nosotros por medio este Sacramento. Así es, la Eucaristía es el Sacramento de la Presencia Real de Jesús, que se hace presente en el pan y el vino consagrados en la Santa Misa. Jesús mismo dijo: "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed" (Juan 6,35).

En la Eucaristía, recibimos el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que nos alimenta espiritualmente y nos fortalece para vivir como discípulos de Cristo en el mundo. La Eucaristía es una experiencia íntima con Jesús y un acto de adoración y gratitud a Dios. San Pablo escribió: "Porque el pan que partimos es la comunión del cuerpo de Cristo. Así como hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, pues participamos de ese mismo pan" (1 Corintios 10,16-17).

Es importante destacar que la Eucaristía no se puede obtener fuera de la Iglesia Católica, ya que solo la Iglesia Católica tiene el poder y la autoridad de celebrar la Eucaristía válidamente. Esto se debe a la línea apostólica ininterrumpida que se remonta a los Apóstoles, quienes recibieron la autoridad de Jesús para celebrar la Eucaristía en la Última Cena. Solo los sacerdotes ordenados por un obispo válido pueden celebrar la Eucaristía y confiar el Sacramento a los fieles.

La Iglesia Católica es el Cuerpo de Cristo en la tierra, y Jesús mismo fundó la Iglesia como instrumento de salvación. Jesús dijo a Pedro: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella" (Mateo 16,18). La Iglesia es la comunidad de creyentes que aceptan y viven los mandamientos de Cristo, que se transmiten a través de la Tradición y la Escritura. Como tal, la Iglesia es el medio a través del cual Dios nos da su gracia y su salvación.

Por lo tanto, es fundamental entender que no se puede tener una verdadera fe en Dios sin la Iglesia. El Catecismo de la Iglesia Católica afirma: "La Iglesia es el medio necesario de salvación, porque Cristo es el único mediador y camino de salvación, y Él se hace presente en su Cuerpo que es la Iglesia" (n. 846). La Iglesia es la única institución que tiene la autoridad divina para interpretar correctamente la Escritura y enseñar la verdad sobre Dios y la salvación.

Si su hijo dice que cree en Dios pero no en la Iglesia, le recomiendo que tenga una conversación sincera y profunda con él sobre su fe. Explíquele la importancia de la Iglesia como medio de salvación y la importancia de participar en la vida sacramental de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía

Además de hablar con su hijo sobre la importancia de la Iglesia y la Eucaristía, también puede ofrecerle algunos consejos para guiarlo en su camino de fe:

1. Ore por su hijo: La oración es una herramienta poderosa para la conversión y el crecimiento espiritual. Pídale a Dios que abra el corazón de su hijo a la verdad y la belleza de la fe católica.

2. Viva su propia fe de manera auténtica: Sus acciones hablan más que sus palabras. Viva su propia fe de manera auténtica y coherente, de modo que su hijo pueda ver el amor de Dios en su vida.

3. Busque oportunidades para evangelizar a su hijo: Busque oportunidades para hablar con su hijo sobre la fe católica, ya sea a través de conversaciones informales o de estudios bíblicos en grupo. Puede invitar a su hijo a eventos de la Iglesia, como retiros, grupos de oración o actividades de servicio.

4. Fomente una relación personal con Jesús: Ayude a su hijo a desarrollar una relación personal con Jesús a través de la oración, la lectura de la Biblia y la participación en la vida sacramental de la Iglesia. Explíquele que Jesús es el centro de la fe católica y que solo a través de Él podemos conocer a Dios.

5. Sea paciente y comprensivo: Recuerde que la conversión y el crecimiento espiritual son procesos que requieren tiempo y paciencia. Sea comprensivo con las dudas y preguntas de su hijo y brinde apoyo emocional y espiritual.

En última instancia, recuerde que la fe es un regalo de Dios que debe ser aceptado libremente. Si bien puede guiar y acompañar a su hijo en su camino de fe, es importante respetar su libertad de elección. Confíe en que Dios tiene un plan para su hijo y continúe orando por su conversión y crecimiento espiritual.

Autor: Presbítero Ignacio Andrade.

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