¿Cisma en la Iglesia de Alemania? El Presidente del Episcopado Alemán aleja los fantasmas: “No veo ese peligro”


"Hay grupos que ya están hablando de una división inminente en la iglesia, un cisma. Claramente no veo este peligro. Sin embargo, tengo la impresión de que aquellos que son particularmente aficionados a hablar de eso obviamente lo anhelan".

Es la respuesta del obispo de Limburb y presidente del Episcopado alemán, Georg Bätzing sobre la amenaza real de un cisma en la Iglesia germana a raíz de los planteamientos emanados en los últimos años del proceso de reforma englobados dentro del llamado Camino Sinodal.

La mayoría quiere una Iglesia renovada

En su opinión, la gran mayoría de los fieles quiere una Iglesia que se renueve y construya "puentes hacia las realidades sociales y culturales de nuestro tiempo", según señala en una entrevista publicada este lunes en la web de su diócesis y recogida por Katholisch.

Bätzing invita a esa “minoría negativa” a participar en el debate de esta reforma y advierte del peligro de distanciarse dentro de la Iglesia: "La polarización es un gran peligro no solo socialmente, sino también dentro de la Iglesia, especialmente cuando los protagonistas y grupos relevantes ya no se hablan entre sí", señala.

En cuanto a las advertencias lanzadas desde el Vaticano en el sentido de que algunas de las cuestiones aprobadas por el Camino Sinodal superan las competencias de esa asamblea, “Bätzing no ve obstáculos fundamentales para seguir trabajando”, puesto que Roma no bloqueó el trabajo del comité sinodal, sino que solo dejó claro que no puede haber un consejo sinodal que socave la autoridad episcopal. “Pero tampoco estamos buscando eso. En este sentido, no hay obstáculos para el comité sinodal”, afirmó.

La advertencia de los tres cardenales

Hay que recordar que el pasado mes de enero, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, el cardenal Luis Ladaria, prefecto para la Doctrina de la Fe, y el cardenal Marc Ouellet, entonces prefecto de los Obispos, enviaron una carta en el que señalaban con rotundidad que "ni el Camino sinodal, ni ningún organismo creado por él, ni una Conferencia episcopal tienen la facultad de constituir el 'Consejo sinodal' a nivel nacional, diocesano o parroquial".

En opinión de esos purpurados, la creación de ese consejo sinodal supone un peligro de socavar la autoridad de los obispos diocesanos individuales. “Inmediatamente después, Bätzing aseguró que los planes reales [del Camino Sinodal] están dentro del derecho canónico aplicable y que los obispos se apegan a sus planes. El Comité sinodal está programado para comenzar su trabajo en noviembre”, señala Katholisch.

Fuente: https://www.religiondigital.org/

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