Ella católica, él protestante: No podían ser enterrados juntos, pero el amor fue más fuerte


Faltan poco días para la Fiesta de San Valentín y las redes sociales se llenan de curiosas historias de amor como esta sucedida en Países Bajos.

Se trata de la “Tumba de las manos”, unas sepulturas del antiguo cementerio de la ciudad de Roermond que unió a una mujer católica y su esposo protestante después de su muerte.

La historia se remonta a 1842, cuando tuvo lugar el matrimonio entre la dama católica Josephine Caroline Petronella Hubertina van Aefferden (1820-1888) y el soldado protestante Jacob Werner Constant van Gorkum (1809-1880).

El matrimonio generó polémica no solo por tratarse de una unión entre personas pertenecientes a religiones históricamente enfrentadas sino además por motivos políticos.

Josephine y Jacob estuvieron felizmente casados por 38 años y decidieron criar sus hijos en el catolicismo hasta que este último falleció en 1880. En aquella época, existía una fuerte división entre credos que se reflejaba en lugares de entierro diferenciados para cada creencia. Jacob fue enterrado del lado protestante contra el muro que lo separaba de la parte católica.

Josephine sobrevivió ocho años a su marido, y deseaba profundamente ser sepultada junto a él. Como la disposiciones del momento lo prohibían, prefirió no ser enterrada en el panteón familiar del cementerio, sino en la sección católica, exactamente frente al lugar de descanso final de su esposo.

Algún tiempo después, a izquierda y derecha de ese muro se erigieron dos monumentos funerarios idénticos, conectados por dos manos esculpidas entrelazadas, signo de su amor eterno, incluso después de la muerte.

Hoy el lugar se conoce como la “Tumba de las manos”.

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