Rusia expulsa a un sacerdote católico mexicano.



Dicen sus allegados que solo desea regresar a su parroquia y seguir realizando su "labor pastoral". Las autoridades rusas han revocado el permiso de residencia del padre Fernando Vera, un sacerdote católico de México al frente de la parroquia de san Pedro y san Pablo en Moscú, sin dar explicaciones u ofrecer motivo alguno. El religioso, miembro del Opus Dei, llevaba siete años residiendo en Rusia y ha llegado en las últimas horas a su país natal.

Una carta, fechada el 28 de marzo y remitida por el Ministerio del Interior, informó al padre Fernando de la resolución, dándole un periodo de 15 días para salir del país. Sin embargo, la misiva llegó a las manos del afectado recientemente, lo que le obligó a hacer las maletas y a dejar Rusia a toda prisa. Todo ello contradice las primeras versiones difundidas de lo sucedido, que criticaban que el religioso hubiera recibido un plazo de 24 horas, inferior incluso a las 48 horas que suelen recibir los diplomáticos.

"Sin razones"

La archidiócesis de la Madre de Dios en Moscú ha emitido un comunicado confirmando que en la misiva "no se especificaban razones concretas para adoptar semejante decisión" y expresando su "profundo pesar" por la resolución. Dado que la medida puede ser apelada, la institución ha deseado que la situación sea "solucionada de forma satisfactoria" y el religioso pueda continuar su servicio". Según han asegurado durante estos últimos dos días los feligreses, Fernando es una persona "muy prudente", evita los pronunciamientos políticos y es consciente de la gravedad del momento político que vive el país, por lo que muchos de ellos no se explican la decisión.

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