¿Qué se necesita para ser exorcista y combatir al demonio?

 Actualmente, sobre el Ministerio de los Exorcismos pesa una apreciación inexacta por parte de amplios sectores de la Iglesia y de la población en general, debido a la ignorancia o la indiferencia respecto al tema; además, no hay una idea clara por parte de los pastores.

Así lo considera el P. José Alberto Medel, miembro del Colegio de Exorcistas de la Arquidiócesis Primada de México, quien añade que muchas veces este ministerio del exorcista es susceptible a interpretaciones inadecuadas, que muchas veces rayan en la fantasía o en lo mítico, lo que le ha restado seriedad y le ha atraído toda clase de descalificaciones.



El amarillismo en torno a los exorcistas

En entrevista sobre la importancia de reivindicar este ministerio e integrarlo a la pastoral ordinaria de la Iglesia, el padre Medel refirió que, incluso, el manejo del tema en medios de comunicación suele ser de tintes amarillistas.

“Como muestra basta un botón: recientemente apareció en Desde la fe una nota de advertencia sobre un libro en materia de exorcismos, de cuyo análisis se desprendieron errores doctrinales; enseguida, un diario de circulación nacional publicó una nota con un encabezado que decía: ‘El libro que la Iglesia no quiere que leas’. Es decir, ese título refleja la mentalidad con que nos ven; se dan a entender cosas que no son, pareciera que la Iglesia está escondiendo algo, cuando en realidad es la Iglesia la que quiere que se conozca el tema, que se dé información correcta, y se pueda llevar a cabo este ministerio en orden a la salvación de las almas”.

Sin embargo, aseguró que pese a esa apreciación inexacta respecto al Ministerio de los Exorcismos –que se tiene a nivel mundial–, se ha ido avanzando poco a poco en la materia, y hoy se cuenta con una mejor organización, además de que el servicio de los padres exorcistas se ha venido posicionando.

“Es decir, se está caminando hacia una revalorización del ministerio, hacia una organización que toca un punto muy importante: el trabajo en equipo. Desde hace años el ministerio cuenta con el soporte de la Asociación Internacional de Exorcistas”.

Externó que entre los avances en la materia que se han logrado a nivel Arquidiócesis, está la publicación del Directorio para la Pastoral de Exorcismos y Oraciones de Liberación y Sanación, que fue promulgado por el Card. Norberto Rivera, cuando aún era Arzobispo Primado, con el objetivo de que la pastoral ordinaria abrace el tema, y coadyuve en la misión sin deformar la fe con supersticiones o malas interpretaciones.

Todos los párrocos pueden colaborar

Sobre este tema, el coordinador del Colegio de Exorcistas de la Arquidiócesis de México, el P. Guillermo Barba, explicó que el “Directorio busca que se prevenga realmente a los fieles sobre las acechanzas ordinarias y extraordinarias del ‘enemigo’, además de que se dé un uso correcto a los objetos de devoción y a los actos de la piedad cristiana”.

Dijo que es importante que los párrocos sepan cómo atender los casos que se presentan, ya que cuando llegan personas que dicen tener una posesión, sin más las mandan con alguno de los padres exorcistas, quienes están saturados de trabajo.

“Es necesario que sepan qué hacer ante estos casos; cuáles pueden atender y cuáles sí deben turnar. Resulta imprescindible tener en cuenta que la Doctrina de la Iglesia afirma que la existencia y acción del demonio pertenece a los datos de la Revelación, cuyos influjos no podemos ignorar; la Iglesia tiene el deber de enseñarlo como siempre lo ha creído, en su justa dimensión; tomar acciones pastorales de prevención, y motivar al respecto una reflexión teológica, científica y multidisciplinar”.

Exorcismos, un tema actual

El exorcista señaló que para muchas personas podría tratarse de un tema medieval, cuando la realidad es que el tema del demonio y de los exorcismos es una cuestión de todos los tiempos, que se ha agudizado en nuestros días, por lo cual existe la necesidad de que los fieles reciban atención.

“Que la Iglesia, como madre, les tienda la mano, pues cuando una persona siente una vejación o influjo del demonio, y un sacerdote por su incredulidad personal no la atiende, ésta, en su necesidad, busca que se resuelva, y tal vez acuda a asociaciones pseudo-religiosas, espiritistas, e incluso de brujería o satánicas, donde se les ofrece sanar su malestar.”

Trabajo conjunto de los exorcistas

El P. Medel hizo hincapié en que la Arquidiócesis de México, por su estructura interna, goza actualmente de varios sacerdotes exorcistas, quienes, con el fin de llevar a cabo un trabajo diocesano en la materia, determinaron trabajar en conjunto, lo cual no sólo ha dado como resultado la unificación de criterios o la retroalimentación a partir de experiencias, sino que también ha dado luces a nivel doctrinal y pastoral.

“Hace tiempo se le pidió al entonces Arzobispo de México, Card. Norberto Rivera, que el equipo pudiera subir a rango de colegio, y fue así como surgió el Colegio de Exorcistas de la Arquidiócesis México, que se ha convertido en un espacio de crecimiento espiritual, de fortaleza en la fe y de protección común para quienes ejercen este ministerio. Y ya se ha prestado apoyo a otras diócesis. Un caso muy concreto es el del sacerdote exorcista de Ecatepec, quien participa con regularidad en las reuniones de los exorcistas de esta arquidiócesis”.

Señaló que para ser exorcista, se pide, como lo señala el Derecho Canónico, que la persona goce de la gracia del sacerdocio, que sea un presbítero prudente, discreto y con una profunda vida de oración.

“Además, no hay que olvidar que el exorcista nato es el obispo de cada diócesis, y es la única autoridad que puede nombrar a un sacerdote para esta misión; de manera que ningún sacerdote, sin la autorización del obispo, puede realizar exorcismos”.

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