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Ser Sacerdote está catalogado dentro de las cuatro profesiones más difíciles del mundo debido a esto:


Ser SACERDOTE está catalogado dentro de las cuatro profesiones más difíciles en del Mundo debido a que un SACERDOTE debe ser:

•predicador

•ejemplo

•consejero

•conferencista

•planificador

•ministro

•visionario

•director

•mentor

•amigo

•niñero

•reconciliador

•consejero de matrimonios

•consejero de Jóvenes 

•formador de líderes

•maestro de la Biblia

•intercesor, etc., etc.

además de ser: 

•portero del templo

•chofer de los hermanos 

•líder de alabanza

•el 1ro en llegar y el último en salir

Todo SACERDOTE enfrenta constantemente

Críticas tales como:

-la Misa no me llena

-El sermón es muy largo

Una de las cosas más difíciles qué hay en la vida de un SACERDOTE es saber que las personas que ellos aman le traicionarán.

El SACERDOTE muchas veces es la persona más solitaria de la congregación. 

Usted puede ver a un SACERDOTE estar rodeado de gente, pero muy pocas veces de gente que estén interesados en sus problemas, necesidades o aun en sus vidas.

Y no digamos las exigencias que las congregaciones ponen sobre SACERDOTES.

Por esto quisiera darte un consejo: Si tú tienes un SACERDOTE o tienes como amigos SACERDOTES cuídalos, protégelos, ora por ellos, conéctate con su visión, respáldalos, pero sobre todo ámalos. 

Jeremías 3:15 

“y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.” 

Así que cuídalos porque “ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta” Hebreos 13: 17

Honremos la vida de todos esos hombres de Dios que han sacrificado tantas cosas incluyendo algunas de las necesidades de su familia por atender el llamado de Dios.

Valora el tiempo que un SACERDOTE te dedica, no sabes cuánto valoraría su familia ese tiempo a su lado.

"DIOS BENDIGA A TODOS LOS SACERDOTES EJEMPLOS DE LA IGLESIA".

Con aprobación del Papa, el Vaticano ha expulsado a Adam Kotas del sacerdocio y ha sido reducido al estado laical.

El sacerdote polaco –y afincado en Las Vegas– Adam Kotas, conocido por sus polémicos sermones en TikTok, ha sido “reducido al estado laical” por el Vaticano, según informó la diócesis norteamericana en un comunicado.

"Esta laicización fue aprobada por Su Santidad el Papa Francisco y no tiene posibilidad de apelación", explicó la diócesis en el comunicado.

La medida, que implica la pérdida de su condición de sacerdote católico, fue aprobada por Su Santidad el Papa Francisco y no es susceptible de apelación, según se detalló en el comunicado emitido por la diócesis.

La diócesis de Santa Rosa precisó que Kotas se ha pasado a la Iglesia Luterana en los Estados Unidos. “Adam Kotas, quien en este pasado mes de enero fue reducido al estado laical por parte de la Iglesia Católica, se está integrando en la iglesia luterana junto a Ivan Gonzalez, también exsacerdote católico y ahora clérigo luterano, en Wichita, Kansas (Estados Unidos)”.

Este desenlace se produce luego de una serie de controversias en las que se vio envuelto Kotas, quien había abandonado la Iglesia católica en julio de 2021 para unirse a la Iglesia Católica Nacional Polaca. Esta última fue fundada por inmigrantes católicos polacos en Pensilvania a finales del siglo XIX y ha estado en estado de cisma con el Vaticano desde 1904.

A pesar de su breve estancia en la Iglesia Católica Nacional Polaca, Kotas anunció su arrepentimiento y su deseo de regresar a la Iglesia católica en febrero de 2023. Sin embargo, sus continuas polémicas dentro y fuera de las redes sociales han llevado finalmente a su expulsión de la Iglesia católica.

El "Padre Sam" anuncia su decisión de abandonar el sacerdocio; afirma que no renunciará a la fe católica.


El Padre Sam anunció a través de sus redes sociales su decisión de renunciar al ministerio sacerdotal.

En un video el 15 de noviembre en su página de Facebook, Samuel Bonilla, mejor conocido en redes como "Padre Sam", contó que «he tomado la decisión de solicitar al Santo Padre la dispensa del estado clerical. esto es mi renuncia al ejercicio del sacerdocio ministerial».

«Esto significa que ya no administraré los sacramentos y seguiré las diligencias canónicas que esto conlleva», explicó.

Esta decisión la toma «después de un muy buen tiempo de reflexión, de acompañamiento espiritual humano y psicológico en diálogo con mi obispo y con las autoridades competentes en libertad y conciencia».

En su mensaje, el Padre Sam reconoció que «seré sacerdote para siempre», sin embargo dejará de ejercer su ministerio.

El popular sacerdote también mencionó que esta decisión la toma con mucha paz en el corazón y que seguirá siendo parte de la Iglesia Católica desde otro estado de vida.

«Al hacer este anuncio me gustaría expresar el profundo agradecimiento que siento con mi madre la iglesia», dijo, «todo lo que soy y tengo prácticamente se lo debo a ella».

A su vez, pidió a sus seguidores que «recen por mí para siempre seguir la voz de mi conciencia y buscar hacer la voluntad de Dios aunque parezca contradictorio con esta decisión».

El Padre Sam también aclaró que «no me retiro enojado resentido ni con la iglesia ni con nadie» y que «es una decisión en libertad y en paz fruto de un buen tiempo de acompañamiento y reflexión».

Finalmente, aseguró que «se trata de una renuncia al ejercicio del sacerdocio ministerial pero no una renuncia a mi vocación a la santidad».


El famoso Sacerdote "gamer" y "youtuber" Dani Pajuelo abandona el sacerdocio ministerial: «He solicitado la dispensa de mis votos religiosos y del ministerio sacerdotal»


El hasta ahora religioso marianista, conocido por ser uno de los impulsores de la evangelización digital, anuncia esta decisión “con mucha paz y después de varios años de discernimiento”

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“Después de un tiempo de silencio y recapacitación, he tomado la decisión de solicitar la dispensa de mis votos religiosos y del ministerio sacerdotal. Estoy en paz con la decisión tomada”. Con estas palabras, se manifestaba hoy a través de sus redes sociales Daniel Pajuelo.  Valenciano de 46 años, es uno de los grandes impulsores de la evangelización en internet. “Dejo mi presencia en el medio público, en el que siempre me mantuve con afán evangelizador, y pido respeto en mi decisión de salir del foco mediático”, expone a la vez que subraya que “agradezco profundamente el apoyo recibido durante este tiempo por muchos de vosotros”.

Y es que, no solo ha sido uno de los fundadores del proyecto iMision, sino que a través de las redes sociales y también en el aula como docente, se ha servido de las nuevas tecnologías para hacer presente el Evangelio a jóvenes y adultos de hoy. Prueba de ello es que su canal de YouTube llegó a superar el millón de seguidores, un reflejo de su capacidad de contagiar esa Iglesia para “todos, todos, todos” que reivindica el Papa Francisco. Sin embargo, esta exposición pública y su apuesta por la cultura del encuentro se ha traducido en un ‘tsunami’ de ataques personales e institucionales. Pajuelo comparte con ‘Vida Nueva’ qué le ha llevado a tomar esta decisión.

PREGUNTA.-Supongo que no ha sido fácil tomar la decisión y que no ha sido fruto de un bajón emocional momentáneo…

RESPUESTA.- En mi decisión no hay un solo factor, han sido varias cosas las que han confluido poniendo en crisis mis planteamientos vitales. Desde el primer momento he estado acompañado y recibiendo la ayuda necesaria para poder distinguir con claridad y avanzar con serenidad. Tomo esta decisión con mucha paz, después de varios años de discernimiento.

P.-¿Ha influido en su decisión la presión que has sufrido por su entrega como misionero digital?

R.-Directamente no, la decisión final está purificada de todas esas presiones, aunque el acoso y difamación a la que algunos medios católicos y sacerdotes ‘influencers’ me han sometido, me causaron una gran tristeza en su momento. Me costó procesar como aquellos que decían ser mis hermanos en la fe, a la vez procuraban mi tropiezo, instigaban a otros a dañarme y se alegraban del mal que sufría.

P.-¿Cómo ha reaccionado la familia marianista a su salida? ¿Se ha sentido respetado?

R.-Desde el primer momento me han dejado claro que lo importante era mi persona, y he sentido en todo momento que así era. Aunque toda salida produce tristeza en ambas partes, también he visto en muchas personas un respeto auténtico y una alegría sincera al ver que mi decisión era la mejor para mi vida. Me siento profundamente agradecido por todo lo vivido y el bien realizado. Mi amor por las personas con las que he ido tejiendo todos estos años no ha decaído, y sé que la amistad con muchos de ellos continuará por el resto de nuestros días.

P.-¿Y ahora qué? ¿Qué va a ser de Dani Pajuelo a partir de mañana?

R.-Dejo el medio público, en el que me mantuve siempre con el deseo de evangelizar. Deseo alejarme del foco mediático, y pido a los medios y en general a todos, respeto por esta decisión. Si algo tengo claro es que quiero seguir amando y procurando el bien a las personas con las que me cruce en el camino. Voy a intentarlo con las fuerzas que me quedan.

Con información de: Vida Nueva Digital

¿Por qué un diácono sí puede ser casado y un sacerdote no?

Como sacerdote católico, me complace abordar la cuestión de por qué un diácono puede ser casado y un sacerdote no. Esta es una pregunta que a menudo surge en las conversaciones sobre el celibato clerical y requiere una comprensión profunda de la tradición y la enseñanza de la Iglesia.

En primer lugar, es importante señalar que tanto el diaconado como el sacerdocio son órdenes sagradas dentro de la Iglesia Católica. Ambos ministerios tienen un llamado especial para servir a Dios y a su pueblo, pero tienen diferentes roles y responsabilidades.

El diaconado es considerado el primer grado del sacramento del orden sagrado. Los diáconos son ordenados para servir a la comunidad cristiana en tres áreas principales: la liturgia, la palabra y la caridad. Pueden asistir en la celebración de la Eucaristía, proclamar el Evangelio y predicar, y participar en obras de caridad y justicia social. Los diáconos pueden estar casados ​​antes de su ordenación o pueden casarse después de su ordenación, siempre y cuando estén dispuestos a vivir en continencia sexual si su esposa fallece antes que ellos.

El sacerdocio, por otro lado, es el segundo grado del sacramento del orden sagrado. Los sacerdotes están llamados a actuar en Persona Christi, es decir, en la persona de Cristo, especialmente en la celebración de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y la reconciliación. Su papel principal es el cuidado pastoral de las almas y la administración de los sacramentos. El celibato clerical es una tradición que se ha mantenido en la Iglesia Católica desde los primeros siglos, y se basa tanto en la enseñanza de Jesús como en la práctica apostólica.

La base bíblica para el celibato clerical se encuentra en las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo 19,12, donde dice: "Porque hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre; y hay eunucos hechos por los hombres; y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por el reino de los cielos. El que pueda recibir esto, que lo reciba". Jesús está hablando aquí de aquellos que eligen la vida célibe por el Reino de los Cielos, renunciando al matrimonio y a las relaciones sexuales para dedicarse plenamente al servicio de Dios y de su pueblo.

Además, el apóstol Pablo también habla sobre la importancia del celibato en el ministerio sacerdotal en su primera carta a los Corintios 7:32-34: "Quisiera que estuvierais sin preocupaciones. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, y está dividido. La mujer sin marido y la virgen cuidan de las cosas del Señor, para ser santas de cuerpo y de espíritu; pero la casada cuida de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido".

Estas palabras de Jesús y del apóstol Pablo subrayan la importancia del celibato como un camino especial de entrega total a Dios y al servicio de su pueblo. El sacerdote célibe se dedica plenamente a su ministerio pastoral, sin las distracciones y las responsabilidades adicionales que conlleva el matrimonio y la familia. Esta dedicación total a Dios y a su pueblo permite al sacerdote ser un signo vivo del amor incondicional de Cristo y estar disponible para servir a las necesidades espirituales de los fieles en todo momento.

Aunque el celibato clerical es una disciplina y no un dogma de fe, ha sido valorado y practicado en la Iglesia Católica durante siglos. Ha demostrado ser un camino fructífero para muchos sacerdotes en su búsqueda de santidad y en su servicio a la Iglesia. El celibato no es una imposición arbitraria, sino una elección libremente aceptada por aquellos que responden al llamado del Señor al sacerdocio.

Además, es importante destacar que el celibato clerical no es una negación del valor del matrimonio y de la vida familiar. La Iglesia Católica valora y enseña la sacralidad del matrimonio como un sacramento y una vocación en sí misma. Los diáconos casados ​​son un hermoso testimonio de la vida matrimonial y tienen un papel importante en la Iglesia al llevar el amor de Cristo al mundo a través de su matrimonio y su servicio diaconal.

En resumen, la diferencia entre el celibato clerical en el sacerdocio y la posibilidad del matrimonio en el diaconado radica en los roles y responsabilidades específicos de cada ministerio. El celibato clerical es una tradición arraigada en la enseñanza de Jesús y en la práctica apostólica, y permite al sacerdote entregarse plenamente al servicio de Dios y de su pueblo. El diaconado, por otro lado, permite a los hombres casados ​​servir a la Iglesia en un papel específico, llevando el amor de Cristo al mundo a través de su matrimonio y su servicio diaconal.

Espero que esta explicación haya aclarado tus dudas sobre por qué un diácono puede ser casado y un sacerdote no. Como sacerdote católico, mi objetivo es siempre ofrecer una enseñanza clara y fundamentada en la tradición y la enseñanza de la Iglesia. Si tienes más preguntas o inquietudes, estoy aquí para ayudarte en tu camino de fe. Que Dios te bendiga abundantemente.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

Desde el año 2016, 40 sacerdotes católicos se han suicidado en Brasil


Una investigación realizada por el P. Lício de Araújo Vale, perteneciente a la Diócesis de São Miguel Paulista, demuestra que entre agosto de 2016 y junio de 2023, 40 sacerdotes católicos se suicidaron en todo el Brasil.

El número es una alerta sobre este triste y complejo fenómeno que azota a los clérigos del gigante suramericano. Según el padre Lício, entre los principales motivos que llevaron a los sacerdotes a suicidarse están el estrés, la soledad y las exigencias excesivas.

La imagen teológica y sociológica del sacerdote

En un artículo publicado en Vatican News, el Padre Lício explica que hay una diferencia entre la imagen teológica y la sociológica del sacerdote. La primera es la que se proyecta en la celebración de los sacramentos, los sacramentales y en la relación del sacerdote con sus más cercanos colaboradores.

La imagen sociológica del sacerdote es la que recibe de la sociedad, “muchas veces diferente de la que tiene de sí mismo, lo que puede provocar estrés, soledad y desánimo”. Es en el enfrentamiento entre estas dos imágenes donde el sacerdote puede acabar perdiéndose.

El gran desafío es “no huir de la realidad refugiándose en la imagen teológica del sacerdote, pero tampoco ignorar la imagen sociológica que se tiene de él en la sociedad actual”. Es necesario “vivir con coherencia la dimensión teológica del sacerdocio, tan cuestionada desde el punto de vista de la realidad social en todos sus aspectos”.

El reto de ser sacerdote en el siglo XXI

El Padre Lício también destaca el desafío de ser sacerdote en el siglo XXI, tiempo en el que es necesario adaptarse a través del servicio fiel y eficaz a la llamada del Evangelio, teniendo ojos y oídos atentos a los signos de los tiempos, ademásde tener la habilidad de atender a los corazones sedientos.

Finalmente, concluye subrayando que es importante y urgente que se ofrezca una mejor formación inicial en los seminarios y noviciados, y que se creen estrategias pastorales “más apropiadas no sólo para la formación permanente, sino también para la atención de los mismos sacerdotes, así como enfrentar el miedo y los prejuicios respecto a la salud mental de los presbíteros”. (EPC)

Fuente: https://es.gaudiumpress.org/

España se queda sin curas: “En una generación tendremos que cerrar iglesias”

La Iglesia española se encuentra ante el peor dato de su historia en los seminarios: los aspirantes al sacerdocio bajan del millar y una cuarta parte estudia ya en centros de los 'kikos' (Camino Neocatecumenal).

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El diagnóstico es tan rotundo como preocupante para la Iglesia española. “Nos estamos quedando sin curas. Si no cambian las cosas, en los próximos diez años tendremos que cerrar decenas de iglesias, especialmente en la España vaciada, pero también en las grandes ciudades”. Un importante obispo analiza así las cifras de vocaciones al sacerdocio en España, pero desde el anonimato ya que Roma acaba de terminar una investigación en todos los seminarios españoles, y nadie quiere significarse hasta conocer los resultados.

Por primera vez desde que se tienen registros, el número de seminaristas baja del millar: en el presente curso, sólo 974 hombres estudian en los seminarios de nuestro país. De ellos, al menos la cuarta parte (la Conferencia Episcopal, por cuarto año consecutivo, se ha negado a dar los datos por diócesis o centros) pertenecen a los seminarios Redemptoris Mater, gestionados por el Camino Neocatecumenal, conocidos como "kikos".

“Nos quedamos sin curas y, lo que es peor, los que se están formando en los últimos años, son absolutamente refractarios, si no abiertamente contrarios, a las reformas de este Papa”, lamenta el mismo prelado, que añade otra conclusión descorazonadora: “Somos pocos, y cada vez más conservadores. Y todavía hay quien se pregunta por qué Francisco no viene a España”.

Vinculaciones ideológicas aparte, lo cierto es que los 15 seminarios cedidos por la Iglesia española a los 'kikos' son los únicos que se mantienen con cierta estabilidad ante el derrumbe que afecta a los seminarios gestionados por las diócesis. Y es 974 aspirantes al sacerdocio es una cifra ínfima para un país que, estadísticamente, sigue siendo mayoritariamente católico, aunque el número de practicantes asiduos a misa no llega al 15%, y es superado por la suma de ateos y agnósticos. No sólo eso: este curso apenas hubo 172 nuevas incorporaciones, y solo 97 ordenaciones. Las cifras tampoco ofrecen datos sobre los que abandonan la formación antes de convertirse en sacerdotes.

En manos de los neocatecumenales

Unos 250 de ellos se forman en los seminarios Redemptoris Mater de Alcalá de Henares, Burgos, Cádiz, Murcia, Castellón, Córdoba, Granada, León, Lugo, Madrid, Orense, Oviedo, Pamplona, Sevilla y Vitoria. Curiosamente, casi todos ellos fundados por obispos muy relacionados con el ala más conservadora de la Iglesia española. Y que, en definitiva, hacen una suerte de competencia desleal a los seminarios diocesanos.

“Ya nos habíamos echado en sus manos, pero ahora no nos va a quedar más remedio que asumirlo”, lamenta el rector de un relevante seminario diocesano, que en los últimos años ha visto no sólo cómo el descenso en el número de candidatos al sacerdocio se hacía evidente, sino cómo muchos de sus seminaristas abandonaban el centro y, en algunos casos, lo hacían para trasladarse a centros de formación neocatecumenal.

“Buscan la pureza doctrinal, con la aquiescencia de algunos obispos que entienden la existencia de la Iglesia en la España actual como una suerte de guerra cultural en la que hay que defender determinados valores... Como si en los seminarios diocesanos fuéramos poco menos que herejes”, relata otro formador que, como todos los participantes en este reportaje, han preferido el anonimato.

“Hay miedo, claro que sí. Porque, con los números en la mano, no estamos haciendo bien nuestro trabajo, y ellos sí. Y no se puede alzar la voz para que te tumben con las cifras”, añade un tercero, que critica la falta de transparencia de la Conferencia Episcopal, que desde el curso 2019-20 ha dejado de dar los datos de entradas, salidas u ordenaciones por seminarios, o por diócesis.

Hay que irse a las diócesis, y no a todas, para ir rascando, uno a uno, los datos. Y ni siquiera en ellos se diferencia entre kikos y diocesanos. Con salvedades como la de Sevilla, cuyos datos –nos confirman– son extrapolables al resto de España: 36 seminaristas diocesanos (incluyendo a los cuatro diáconos), por 11 del Redemptoris Mater. En Madrid, otra de las pocas diócesis que ofrece datos, el porcentaje es mayor aún: 84 seminaristas diocesanos, por 38 neocatecumenales. Esto es: casi un tercio.

El Vaticano investiga los seminarios españoles

Junto a las pocas vocaciones, están también las marchas de muchos que no entienden los procesos de formación que se dan en la actualidad y que no están resistiendo el análisis que, por orden del Papa Francisco, están llevando a cabo los dos obispos uruguayos, quienes durante los meses de enero y febrero recorrieron todos los centros de formación de nuestro país y de cuyos resultados tampoco ha dado la más mínima información la Conferencia Episcopal. 

Lo que sí hace la CEE es intentar explicar los porqués de este descenso, que en las últimas dos décadas es del 40%: han pasado de ser 1.699 a 974. Y la explicación principal es “la nueva metodología en la recogida de los datos, que por primera vez ha sido nominal, y ha estado a cargo de la Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal”. Una Oficina que no aporta más datos que tres totales: número, ingresos y ordenaciones.

“También hay que tener presentes la secularización y la falta de compromiso por parte de no pocos jóvenes, que también se reflejan en otros datos estadísticos, como en el número decreciente de matrimonios –tanto civiles como eclesiásticos–”, admite, no obstante, la nota episcopal de una jornada que, curiosamente, lleva por lema 'Levántate y ponte en camino'. “¿Hacia dónde?” se pregunta el obispo, que no encuentra una respuesta convincente, más allá del vacío de los templos... y ahora, también, de las sacristías.

Autor: Jesús Bastante.

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Fuente: religiondigital.com

Aunque usted no lo crea: Obispos alemanes aprueban que personas transexuales puedan ser sacerdotes.


De perdidos al río: el ‘camino sinodal’, ya en abierto desafío frente a Roma, no tiene límites, y acaba de aprobar que se permita el sacerdocio para personas ‘transgénero’ por 38 votos contra 7.

El documento establece que las personas ‘intersexuales y transexuales’ que quieren ser sacerdotes ‘no deben ser excluidas en todos los ámbitos’ y que las personas con confusión de género pueden cambiar la inscripción del sexo en sus formularios de bautismo.

Los participantes en esta asamblea hereje votaron abrumadoramente a favor del texto titulado “Tratar con la diversidad de género”, más del 95% de los votos, durante la quinta Asamblea Sinodal en Frankfurt am Main. De los 58 obispos alemanes, solo siete votaron en contra del texto, mientras que 13 se abstuvieron. Como señaló el periodista Martin Bürger en un artículo de CNA Deutsch , si los obispos que se abstuvieron hubieran votado “ no ”, la aprobación del documento podría haberse bloqueado debido a la mayoría requerida de dos tercios para los obispos.

El documento establece que para los católicos intersexuales y “transexuales”, “se puede omitir la inscripción del género en el registro bautismal o, como ahora lo dispone la ley alemana, inscribirse como 'diverso'” , y que “si el deseo de cambiar la entrada de género surge en una fecha posterior, el cambio se concede sin complicaciones”.

Además, el texto desafía el sacerdocio exclusivamente masculino llamando a la posibilidad de sacerdotes “transgénero”:

El acceso a las órdenes sagradas y las vocaciones pastorales también debe examinarse en cada caso individual para las personas intersexuales y transexuales bautizadas y confirmadas que sienten una vocación por sí mismas y no deben ser excluidas en todos los ámbitos.

El documento además busca eliminar el requisito de que los sacerdotes sean biológicamente varones: “Se abolirá la determinación del estado de los caracteres sexuales externos donde aún deba practicarse en el curso de la aceptación de un hombre como candidato a el sacerdocio”.

Autor: Carlos Esteban. 

Grupo de laicos en Bélgica piden abolir el sacerdocio para acabar con el clericalismo en la Iglesia, distribuyen manifiesto en diócesis.


“La ordenación de clérigos, tal como se propone y se vive actualmente, es uno de los pesos que frena el dinamismo y el profetismo de la Iglesia. Es urgente poner en marcha una práctica más auténtica de las comunidades cristianas que supere las barreras demasiado estrictas de una legislación canónica que testimonia el pasado y que a menudo obstruye el Evangelio creyendo servirlo…”.

Es la petición que, a través de un documento de cincuenta páginas, ha hecho circular por la diócesis belga de Lieja un grupo de cristianos comprometidos, convencidos de que, “para suprimir el clericalismo, hay que suprimir al clero”.

“¡Devolvamos la Iglesia al pueblo de Dios!”

Con el título de “¡Devolvamos la Iglesia al pueblo de Dios!”, este documento, según informa CathoBel, es el fruto de una reflexión durante más de un año por pate de “personas particularmente comprometidas con la vida de la Iglesia, algunos incluso a nivel profesional, y en particular dentro del Vicariato de Salud de la diócesis de Lieja”.

Y aunque el texto se aborda también “el lugar de la mujer en la Iglesia, el clericalismo, el abuso de poder, el sacerdocio…”, donde más lejos llega la propuesta es sobre el papel y el lugar de los sacerdotes. “Pocos de ellos son capaces de relaciones verdaderamente igualitarias, y por tanto fraternales, con los cristianos que los rodean”, escriben los autores.

Reavivar el espíritu del evangelio

Junto con todo ello, hay una fuerte apuesta por la asunción de responsabilidades por parte del laicado: “Es una falsa buena idea creer que la ordenación de una mujer o un hombre casados solucionaría las rupturas que vive la Iglesia. Es el paradigma que hay que cambiar, hay que reavivar el espíritu del evangelio, hay que privilegiar la responsabilidad de cada bautizado”, señala el documento.

Como era de esperar, este documento ha sido recibido con disgusto por el obispo de Lieja, Jean Pierre Delville, quien en otro escrito ha denunciado que algunas de las palabras del documento “muchos sacerdotes, diáconos y laicos cristianos sienten que son insultantes e injustas”.

Igualmente, el pastor, miembro de la Comunidad de Sant’Egidio, sale a defender la labor de los sacerdotes frente a las afirmaciones del documento de reflexión: “Las percibo como totalmente falsas cuando pienso en la cantidad de entrega que he visto entre los sacerdotes y otros actores pastorales de nuestra diócesis durante casi diez años de episcopado”, señala Delville.

Finalmente, el obispo de Lieja (uno de los primeros nombrados por Francisco) lamenta "el carácter caricaturesco de este folleto, pero más aún, el hecho de que la reflexión presentada impugne la posición del Concilio Vaticano II y condene dos mil años de vida cristiana”.

Los obispos: «Es llamativo que familias cristianas se opongan a la vocación de sus hijos al sacerdocio»



Dicen los obispos de la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que la familia es fundamental para la formación de niños y jóvenes que en un futuro podrán ser llamados a una vocación concreta, el sacerdocio, la vida consagrada o la familia. Por ello, con motivo de la Jornada de la Sagrada Familia, que se celebra el 30 de diciembre con el lema La familia, cuna de la vocación al amor, ofrecen en un mensaje una serie de claves para discernir la vocación y reflexionar sobre ella en familia.

Uno de los puntos se refiere al conocimiento de las distintas vocaciones en el entorno familiar. El matrimonio está reflejado en los padres y, por ello, los obispos animan a las familias a que haya espacios en la vida diaria para tener contacto con otras.

Por ejemplo, proponen gestos como invitar al sacerdote de la parroquia a visitar la casa o acudir a una comunidad de personas consagrada. «Facilitarán que en el horizonte vital de los hijos aparezca con naturalidad plantearse si el Señor les puede estar llamando a una especial consagración», recoge el mensaje.

En este sentido, los obispos proponen instaurar una cultura vocacional que cale en las familias. «Es llamativo que familias que se dicen cristianas se opongan a la vocación de sus hijos al sacerdocio o a la vida consagrada o que les pidan que prioricen su futuro profesional, postergando la llamada del señor», añaden.

Asimismo, proponen que los hijos sean forjados en el camino de las virtudes y se detienen especialmente en la caridad. «La familia no es una célula aislada en sí misma, a la que no importa lo que sucede alrededor. Esta dimensión caritativa empieza en la familia ampliada, cuidando especialmente a los abuelos y a los mayores, pero debe estar abierta a las necesidades de los demás», sugieren. También ponen énfasis en la formación en afectividad y sexualidad.

Ámbito privilegiado

El texto reivindica que la familia «es al ámbito privilegiado para escuchar la llamada del Señor y para aprender a responderle con generosidad» y el lugar donde mejor pueden aprender de manera sencilla y espontánea esa relación con Jesucristo vivo.

«La oración en familia es un medio privilegiado para aprender a trata con este amigo que nunca falla, así como la participación frecuente en los sacramentos», agregan.

Con todo, los obispos recuerdan que ninguna institución puede suplir la labor de la familia en la educación de sus hijos, especialmente en lo que se refiere a la formación de la conciencia. «Cualquier intromisión en este ámbito sagrado debe ser denunciada porque vulnera el derecho que tiene los padres de transmitir a sus hijos una educación conforme a sus valores y creencias», concluyen.

Era un exitoso Doctor en Microbiología, pero Jesús tenía otros planes, lo llamó al Sacerdocio.

 


Compartimos el hermoso testimonio vocacional de Gerardo Ramos Alfano, seminarista del Seminario de Monterrey, México, que siendo un exitoso académico con un Doctorado en Microbiología por la Universidad Autónoma de Nuevo León fue llamado por Nuestro Señor Jesucristo al Ministerio Sacerdotal.

Demos Gloria a Dios y sigamos orando por las vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales. 

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Testimonio vocacional.

Comencé mis estudios en el Seminario de Monterrey el 8 de agosto del 2009, después de asistir durante un año al proceso vocacional y a dirección espiritual. Recuerdo cómo esperaba con alegría cada fin de semana de retiro para asistir. Siempre buscaba la manera de estar libre ese domingo para no faltar a ninguno. De los días más felices que he tenido en mi vida tengo muy presente el día de ingreso al Seminario Menor después de la misa de inicio de cursos en la Basílica de Guadalupe.

Pero todo tiene un antecedente: durante siete años y medio trabajé para la Universidad Autónoma de Nuevo León, soy Biólogo egresado de esta Casa de Estudios, también obtuve el grado de Maestría en Ciencias con especialidad en Inmunobiología y el Doctorado en Ciencias con especialidad en Microbiología; fui profesor investigador en la Facultad de Ciencias Biológicas y por cinco años subdirector en lo que era la Dirección de Vinculación y Servicio Social de la U.A.N.L.

El año 2006 fue un parteaguas en mi vida: por invitación de Juan Manuel Adame Rodríguez, gran amigo y exjefe del laboratorio, del 23 al 26 de noviembre me encontré con Cristo en un Cursillo de Cristiandad (n. 514), y desde ese momento mi rutina, que iniciaba con clases a las 8:00 horas, oficina, laboratorio, juntas y concluía a las 20:00 horas, dio un giro de 180 grados.

Escuchando el testimonio del Pbro. Osbaldo Rentería Salinas sentí el llamado del Señor a seguirlo. Fueron momentos difíciles, saber si realmente era un llamado de Dios, dejar aquello que por años había sido una pasión en mi vida, dejar a mis padres, mi papá Profr. Héctor Arnoldo Ramos Gutiérrez en ese momento sobrellevando por 17 años una enfermedad crónica, dejar de apoyar en esto a mi madre Aída Alfano Guerra; pero el Señor siempre va aclarando esas tinieblas que debilitan nuestra limitada fe.

Mis padres, con el apoyo de mis hermanos Héctor Arnoldo, Aída y Mayela, fueron reacomodando su vida, me doy cuenta que incluso este tiempo en el Seminario fue una oportunidad para volver a empezar como familia y generó nuevos liderazgos, mayor integración y, sobre todo, un aumento en la fe y la vivencia de la vida cristiana como familia.

Es así que este proceso formativo en miras al sacerdocio ministerial no fue solo para mí, sino que involucró también a mi familia cercana, a la familia extendida, a muchas amistades que guardo desde antes del Seminario, es decir, el llamado del Señor no implica solo al seminarista, sino es un proceso que irradia e impacta todos los ámbitos de nuestra vida.

Nuestros padres viven su propio proceso, igual hermanos, tíos, padrinos, etc. y todo esto va también formando y conformando una luz y esperanza para nuestra Iglesia.


Mi padre fue llamado a la Casa de Dios hace apenas dos años, tras una enfermedad que no se manifestó hasta una etapa terminal invasiva, el Señor nos permitió como familia estar con él, cuidarlo y acompañarlo hasta el último momento, y este regalo tan grande solo lo podemos comprender desde la purificación y crecimiento en la fe en que todos hemos ido experimentando como familia; y tanto que aún nos falta por madurar en ella.

El año escolar 2018-2019 iniciamos una nueva etapa formativa que implicó la mayor parte de la semana estar insertos en una parroquia, este próximo ciclo escolar regresaremos un día a la semana al Seminario, sin embargo, debo reconocer la nostalgia que implicó el último día en esta casa de formación… recordar tantos momentos que evocan muchos sentimientos, solo puedo decir ante ello: no me arrepiento de estar tratando de responder a este llamado de amor por parte del Señor. Recuerdo que lo que más me motivó a, después de dos años, iniciar mi proceso vocacional, fue el no quedarme con la interrogante de saber qué hubiera sido de mí si hubiese entrado al Seminario. Me doy cuenta que al final no dejé nada, ni familia, ni amigos ni cosas, solo el Señor me pidió que renunciara a mí mismo para dejarlo a Él, por amor a su pueblo y dentro de mis limitaciones, manifestar su presencia real y actuante en el mundo de hoy.


Gerardo Ramos Alfano.

Sacerdote católico revela ser homosexual y es separado de su ministerio.




Jesús Donaire Domínguez es una sacerdote que se declaró homosexual y asegura que tras dar a conocer sus preferencias sexuales a través de un video que se hizo viral, ha sido despedido de la iglesia en la que ofrecía sus servicios religiosos.

Y es que Donaire Domínguez compartió un video en su canal de YouTube para decir abiertamente que es homosexual, ya que asegura que durante más de 17 años estuvo atormentado por no poder decirle al mundo cuáles eran sus inclinaciones sexuales.
Pensó en quitarse la vida

Durante el video, el sacerdote católico que lleva 17 años de servicio, confesó sentir una profunda tristeza por saberse homosexual y no poder decirlo abiertamente, situación que lo hizo pensar en quitarse la vida.

Reconoce que se sentía desesperado y que llegó a una profunda depresión, pero decidió que eso no era lo más indicado. Después de mucho analizarlo, decidió salir del clóset y declararse homosexual, situación que lo hizo perder su lugar como párroco en la Parroquia Corpus Christi, en Sevilla, España.

Una vida llena de insatisfacciones

“A pesar de la ilusión y el entusiasmo con el que he vivido mi vocación sacerdotal siempre me he sentido insatisfecho, triste e infeliz”
, precisó Donaire Domínguez, quien también es doctor en 

Teología Espiritual.

“Durante muchos años he aceptado resignadamente esta contradicción pensando que no podía hacer nada para evitarla, me negaba a reconocer que algo no encajaba en mi vida”, indicó el sacerdote católico.

Aunque fue hace unos años que Jesús Donaire salió del clóset, recientemente compartió el video donde afirma que decidió compartir su testimonio con el objetivo de ayudar a otras personas que estén pasando momentos difíciles por sus preferencias sexuales y que no sepan qué hacer.

El sacerdote español indica que ha podido salir adelante, gracias al apoyo incondicional de su familia.

Aunque reconoció, que también tuvo que recurrir a terapias psicológicas para poder superar sus tristeza y depresión.

“Necesité tocar fondo y experimentar el vacío interior que uno siente cuando su vida no tiene sentido”, expresó.

“Tuve que experimentar el límite de mi propia insatisfacción y miseria para resurgir con decisión y valentía. Cuando decidí aceptarme tal cual soy, como Dios me crea, todo comenzó a cambiar y empecé a ser yo mismo”, aseguró.

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