Los 3 pasan de los 110 años. ¡Aquí sus recetas para una vida larga y feliz!

Las historias de Cuquita, Juan Vicente y Sor Andre son increíbles testimonios de fe, alegría y longevidad, que bien vale la pena conocer, aunque sea para tener una pequeña noción de lo que es mirar el mundo desde arriba del “piso 11”, adonde han podido llegar con sus muy peculiares “recetas”.

Cuquita nació en Puebla (México) el 4 de julio de 1910, de manera que hoy cuenta con 111 años; Juan Vicente es de Táchira (Venezuela) y, habiendo nacido el 27 de mayo de 1909, hoy cuenta con 112 de edad; mientras que sor Andre, nacida el 11 de febrero de 1904, acaba de celebrar su cumpleaños 118.

Sin bien los 3 han puesto diferentes ingredientes a su vida para conseguir pasar la barrera del siglo sin perder la felicidad, en sus historias hay un común denominador: la fe en Dios. De los demás ingredientes, ellos mismos nos ofrecen detalles, con los que ya podemos ir haciendo nuestro propio recetario.

Sor André

La hermana André (118 años) vive en la Residencia de Ancianos Santa Catalina Labouré en Toulon (Francia); es la ciudadana más longeva de Europa -y quizás del mundo-, y en 2021 supero el Covid-19, sin siquiera darse cuenta de que había contraído el virus.

“Cuando se enteró de que tenía Covid-19, más que por su estado le salud, se preocupó por los otros ancianos”, recuerda David Tavella, encargado de Comunicaciones de la Residencia”.

Sor André, cuyo nombre de pila es Lucile Randon, tomó el hábito cuando tenía 40 años, y se unió a las Hijas de la Caridad -congregación fundada por san Vincent de Paul en 1944-, para dedicar su vida al cuidado de los niños. Entonces adoptó el nombre de sor Andre, en honor a un hermano suyo fallecido.

No se puede decir que la vida de sor Andre haya sido “un día de campo”; como todo ser humano, ha tenido que enfrentar problemas en la vida, pero también ha sabido disfrutar las cosas gratas.

En el año 2020, cuando cumplió los 116 de edad, sor Andre compartió su receta para una vida larga y feliz: “Rezar y tomar todos los días una taza de cocoa”.

Juan Vicente

Juan Vicente Pérez (112 años) vive desde hace 107 años en el pueblo de San José de Bolívar, estado Táchira (Venezuela), es padre de 11 hijos -de los que sobreviven seis-, que engendró con su esposa Ediofina del Rosario García.

Además, tiene 18 nietos, 41 bisnietos y 12 tataranietos. Después de muchísimos años como agricultor, ahora pasa su vida bajo el cuidado de su familia, con la mirada puesta en Dios y la Virgen María.

De acuerdo con el medio de comunicación venezolano El Diario, la rutina de don Juan Vicente incluye largos momentos de oración, pues reza hasta cuatro veces al día y siempre lleva un rosario en la bolsa de su camisa.

Su receta para una vida larga y feliz es: el Santo Rosario, el calor de la familia, el aire sano del campo y sus recuerdos.

Cuquita

Cuquita (111 años), nació en Puebla (México) el 4 de julio de 1910; sólo unos meses antes del inicio de la Revolución Mexicana, en una época complicada para la nación. Su padre murió cuando ella tenía sólo un año, y su madre cuando había cumplido los seis, por lo que tuvo que quedar bajo la tutela de su hermano, quien tenía para ella sólo malos tratos.

Ahora ríe, pero también llora al recordar aquellos días de su niñez: “Me escapé de mi casa cuando tenía 10 años porque mi hermano me maltrataba. Un día me amarró con un mecate; cuando se fue a trabajar, mi cuñada me desató y me fui”.

Tras un pasado de mucho dolor, ahora Cuquita es una mujer muy alegre, pero sobre todo llena de amor a Dios y al prójimo.

Hace 12 años Cuquita se presentó por su propio pie en el Asilo para Ancianos Desamparados “Isabel la Católica”, que desde 1964 es atendido por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Tenía entonces 99 de edad, y desde aquel día comenzó a deleitar con sus historias a la comunidad de religiosas, quienes hasta la fecha disfrutan tenerla entre sus filas.

Cabe señalar que, al igual que sor Andre, Cuquita ha superado el Covid-19. A diferencia de la religiosa, Cuquita contrajo dos veces el virus, y aunque en ambas ocasiones la pasó mal, logró reponerse rápidamente en su totalidad.

Su receta para una vida larga y feliz, incluye una muy buena dosis de fe en Dios y dos tazas de esa alegría que la caracteriza. Pero además, Cuquita habla de ‘un doble remedio‘ con el que pudo superar el Covid-19: “Un traguito de refresco en la noche, y un caballito de tequila por el día. Pero nomás uno -dice-, porque al segundo ya me siento como mareada”.

Así pues, una taza de cocoa, el calor de la familia, el aire sano del campo, los recuerdos, un traguito de refresco por la noche y un caballito de tequila por el día, pueden ser buenos ingredientes de una receta para una vida larga y feliz, pero lo que no puede faltar -como Cuquita, Juan Vicente y sor André lo manifiestan- es la fe en Dios.

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