¿Cuál es la diferencia entre la Transustanciación (católica) y la Consustanciación (luterana)?


La diferencia entre la Transustanciación y la Consustanciación es algo que puede generar un poco de confusión, ¡pero no te preocupes, aquí estoy para ayudarte a entenderlo mejor!

Empecemos por la Transustanciación, que es el término que usamos los católicos para describir lo que creemos que sucede durante la Eucaristía. Cuando el sacerdote pronuncia las palabras de la consagración durante la Misa, el pan y el vino se convierten realmente en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo. Esto significa que aunque sigan pareciendo pan y vino, en realidad se han transformado en el mismo Jesús que se ofreció en la cruz por nuestra salvación.

Esta creencia está fundamentada en las palabras de Jesús mismo durante la Última Cena, cuando dijo: "Tomad y comed, este es mi cuerpo... Esta es mi sangre". Creemos que estas palabras no son simbólicas, sino que tienen un poder real y transformador, gracias al poder del Espíritu Santo.

Por otro lado, la consustanciación es una creencia que sostienen algunas denominaciones cristianas, como los luteranos, para explicar lo que sucede durante la Cena del Señor. Según esta doctrina, durante la comunión, el pan y el vino siguen siendo pan y vino, pero también están presentes al mismo tiempo el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Sin embargo, la consustanciación difiere de la Transustanciación en un punto fundamental: no creen en una conversión real de las sustancias del pan y el vino en las sustancias del cuerpo y la sangre de Cristo, sino que creen en una "co-presencia" de los cuatro elementos (cuerpo, sangre, pan y vino). Esta interpretación se basa en las enseñanzas de Martín Lutero, quien argumentaba que el cuerpo de Cristo estaba "en, con y bajo" los elementos del pan y el vino. 

Esto significa que para nuestros hermanos luteranos Jesús está realmente presente en la Eucaristía, pero no creen que el pan y el vino se conviertan en su Cuerpo y Sangre sino que su Cuerpo y Sangre están EN el pan y EN el vino, es decir, que luego de la consagración, el Cuerpo y la Sangre de Cristo se mezclan de manera misteriosa junto al pan y al vino, sin haber cambio de sustancias de los elementos.

La Iglesia Católica, por su parte, sostiene firmemente la enseñanza de la Transustanciación, basada en la tradición apostólica y en las Escrituras. Creemos que Jesús está realmente presente en la Eucaristía cuando la sustancia del pan se convierte en la sustancia del Cuerpo de Cristo y la sustancia o esencia del vino se convierte en la sustancia de la Sangre de Cristo, y que este misterio es un regalo precioso que nos deja Jesús para alimentar nuestras almas y fortalecernos en nuestro camino de fe.

La Transustanciación nos recuerda la importancia de la Eucaristía en nuestra vida espiritual. Cuando recibimos la Sagrada Comunión, no solo estamos participando en un ritual simbólico, sino que estamos recibiendo verdaderamente a Jesús en nuestro ser, para que podamos estar unidos más íntimamente con Él y con toda la comunidad de creyentes.

Entender la diferencia entre la Transustanciación y la Consustanciación es importante para profundizar en nuestra fe y para poder explicarla a otros que puedan tener preguntas al respecto. Pero lo más importante es vivir nuestra fe con alegría y gratitud, sabiendo que Jesús está siempre con nosotros, especialmente en la Eucaristía, donde se nos da de manera tan especial y amorosa.

Espero que esta explicación te haya sido útil, ¡y estoy aquí para cualquier otra pregunta que tengas!

Autor: Padre Ignacio Andrade

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