Parroquia ofreció bendiciones a parejas de divorciados en nueva unión y a matrimonios por el civil sin sacramento


La parroquia de la Sagrada Familia de Nazaret, en la Arquidiócesis de San Luis Potosí (México), llevó a cabo una ceremonia de "bendición de familias de divorciados en nueva unión y matrimonios por el civil sin sacramento" el 29 de diciembre. La bendición se realizó en el marco de la Fiesta de la Sagrada Familia, celebrada por la Iglesia Católica el 31 de diciembre. La parroquia compartió una invitación a través de su página de Facebook y publicó fotos de la ceremonia esa misma noche.

La ceremonia generó debate y controversia, ya que bendijo a familias en situaciones consideradas irregulares por la doctrina católica. Sin embargo, el Vaticano ha abierto la posibilidad de bendecir a parejas en situaciones irregulares, como los divorciados vueltos a casar por lo civil, sin equipararlas al matrimonio, en un gesto de "caridad pastoral".

El cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha señalado que "se puede entender la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares sin convalidar el matrimonio, para expresar la cercanía de la Iglesia a estas personas". Esta postura supone un cambio respecto a la que la Congregación publicó en marzo de 2021, que afirmaba que la Iglesia católica no podía impartir su bendición a las uniones de personas del mismo sexo.

La "Declaración" de la Congregación para la Doctrina de la Fe, titulada "Fiducia Supplicans: sobre el sentido pastoral de las bendiciones", es la primera que se publica en los últimos 23 años, desde "Dominus Jesus" (2000). En ella, se establece que la bendición a parejas homosexuales o "irregulares", es decir, que no estén canónicamente casadas por la Iglesia, no puede equipararse al matrimonio, pero se puede entender como un gesto de "caridad pastoral".

El Vaticano rechaza cualquier "rito u oración que puedan crear confusión entre lo que la Iglesia enseña sobre el matrimonio y la familia y las uniones homosexuales". Por tanto, la bendición a parejas en situaciones irregulares debe realizarse fuera de un contexto litúrgico, separado de las uniones civiles y sin ritual, para no provocar confusión.

La parroquia de la Sagrada Familia de Nazaret ha defendido su decisión de bendecir a estas familias, argumentando que "la Iglesia no puede cerrar las puertas a nadie, porque Dios no cierra las puertas a nadie". Además, ha señalado que la bendición no equipara estas uniones al matrimonio, sino que es un gesto de acogida y cercanía a estas personas.

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