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Es completamente incompatible ser católico y pertenecer a la masonería.


Hoy quiero hablarles sobre un tema delicado pero importante: la incompatibilidad entre ser católico y pertenecer a la masonería. Sé que puede ser un tema controvertido, pero es esencial abordarlo con amor y claridad para entender por qué estos dos caminos espirituales son incompatibles.

Para comenzar, es crucial recordar que la fe católica se basa en las enseñanzas de Jesucristo y en la autoridad de la Iglesia, que nos guía a través de las Sagradas Escrituras, la Tradición y el Magisterio. La masonería, por otro lado, es una sociedad secreta con sus propias creencias y prácticas, las cuales niegan una única revelación divina y definitiva en la persona de Jesús (aunque en teoría algunos masones puedan afirmar que lo consideran un maestro). 

Uno de los problemas más evidentes radica en el secretismo de la masonería. La Iglesia católica valora la transparencia y la apertura en las relaciones humanas. San Juan nos dice en su Evangelio: "Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" (Juan 8, 32). En la Iglesia todo el depósito de la fe es accesible a todos los fieles, mientras que en la masonería el "conocimiento" se va entregando según los grados que se avance, por lo que no todas sus creencias están abiertas a todos sus miembros. La masonería opera en gran medida en secreto, lo que crea una falta de transparencia que va en contra de los valores de apertura y honestidad que Cristo nos enseñó.

Además, la masonería tiende a fomentar un tipo de relativismo espiritual, donde se promueve la idea de que todas las religiones son iguales y que todas las creencias son válidas. Esto va en contra de la enseñanza católica, que sostiene que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida (Juan 14, 6). En la Carta a los Efesios, San Pablo nos insta a "guardar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz" (Efesios 4, 3), lo cual implica mantener una fe coherente y una doctrina unificada.

Además, la masonería ha sido históricamente hostil hacia la Iglesia católica y sus enseñanzas. A lo largo de la historia, ha habido conflictos entre la Iglesia y la masonería debido a diferencias fundamentales en sus creencias y prácticas. La Iglesia ha condenado en repetidas ocasiones la masonería y ha dejado claro que los católicos no pueden ser masones. En 1983, la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió una declaración reafirmando la incompatibilidad entre ser católico y pertenecer a la masonería, señalando que la afiliación a la masonería está prohibida para los fieles católicos y que los legisladores católicos que promulguen leyes que favorezcan la masonería incurren en excomunión automática.

La incompatibilidad entre la fe católica y la masonería también se basa en cuestiones morales y éticas. Algunas logias masónicas han defendido y practicado el aborto, la eutanasia y otras cuestiones éticas que van en contra de la enseñanza católica sobre la dignidad de la vida humana y la protección de los más vulnerables. La Iglesia nos llama a proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural, y cualquier organización que promueva prácticas que atenten contra la vida humana está en conflicto con esta enseñanza fundamental.

En última instancia, ser católico implica comprometerse a vivir de acuerdo con los valores y enseñanzas de Jesucristo y de Su Iglesia. La masonería, con sus creencias y prácticas incompatibles, dificulta este compromiso. La fe católica nos llama a buscar la verdad, la unidad y la caridad, y cualquier cosa que nos aparte de estos principios va en contra de lo que Cristo nos enseñó.

Es importante abordar este tema con amor y comprensión, reconociendo que las personas pueden estar involucradas en la masonería por diversas razones y que pueden no ser plenamente conscientes de las incompatibilidades con la fe católica. Por lo tanto, es esencial que nos acerquemos a aquellos que puedan estar involucrados en la masonería con amor y compasión, para ayudarles a comprender las implicaciones y para guiarles hacia una relación más profunda con Cristo y con Su Iglesia.

En conclusión, la incompatibilidad entre ser católico y pertenecer a la masonería se basa en diferencias fundamentales en creencias, prácticas, moral y ética. La fe católica nos llama a vivir de acuerdo con los valores de Cristo y a buscar la verdad, la unidad y la caridad. La masonería, con sus creencias y prácticas que chocan con estos valores, representa un camino espiritual incompatible con la fe católica. Que Dios nos guíe y nos ayude a vivir nuestra fe de manera auténtica y fiel a Su voluntad.

Con amor y oraciones,

Padre Ignacio Andrade.

Sacerdote Católico

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