Cinco regalos católicos para los hijos en Navidad

Biblia ilustradas, rompecabezas o vestimenta con motivos religiosos para que los hijos descubran la fe cristiana y, además, se diviertan mientras aprenden.

Esta Navidad puede ser una nueva oportunidad para que los hijos reconozcan al Niño Jesús como salvador, por eso, puedes pedirle a los Reyes Magos de Oriente algún regalo religioso, siempre será una buena opción para ellos.

Biblia para niños

Una buena elección para esta Navidad es regalar una Biblia católica para niños, adaptada a la edad para que los pequeños lean, vivan, comprendan y amen la Palabra de Dios que ahora en Navidad se encarna para hacerse uno de nosotros.

Existen muchas versiones, en las que se presenta la Historia de Salvación con imágenes ilustradas ilustradas y en un lenguaje sencillo para pequeños y no tan pequeños.

Otra buena elección de lectura e ilustraciones pueden ser las vidas de santos, que también se encuentran en editoriales para que los hijos conozcan desde pequeños la vida de aquellos que se han enamorado de Jesús.

Devocionarios para niños

En le mercado hay cantidad de folletos y libros que pueden enseñar a nuestros hijos a rezar las devociones católicas desde pequeños, como el Rosario y crecer con la confianza puesta en nuestra Madre la Virgen María, mientras aprenden las palabras de salvación desde el principio.

Rompecabezas cristianos

Uno de los juegos más divertidos para los hijos pueden ser los rompecabezas con imágenes bíblicas como el Nacimiento de Jesús, que no solo ayudará a los niños con su memoria espacial y su concentración, sino que además, aprenderán más de Jesús y cómo vino al mundo el Hijo de Dios.

Vestimenta con dibujos católicos

Otra gran idea es regalar a los niños prendas de vestir de motivos y diseños católicos, con santos, con la imagen de Jesús, de la Virgen María, o de san José en una camiseta, o en una gorra para llevar la fe cristiana a todas partes.

Muñecos católicos

Además de ropa o juguetes para los más pequeños, una gran idea es pedirle al Niño Jesús que venga a cada casa en forma de peluche o de muñeco. Por supuesto, también puede ser la Virgen María en cualquiera de sus advocaciones marianas, que pueden ser instrumento para despertar la curiosidad de los más pequeños y empezar a sentir muy cerca la presencia de la Madre de Dios.